martes, 16 de febrero de 2016

LA CAÍDA DE BABILONIA – CIUDAD DE ANUBIS/1 — EN VENTA

Confío motive su adquisición. Que está a módico precio
¡Nueva novela en el mercado!  Y esta va de zombis. Y, si los odias, ¡esta en tu historia! Porque, ¡por fin!, la ‘moda’, felizmente, ¡ha pasado! Así que puedes destacar presentando un relato inesperadamente original. Lo importante, si eres escritor.

Pero, quiero aclarar, son “mis” zombis. Cualquier conocedor de mi literatura ya puede intuir a qué me refiero. Si, a modo, he “innovado” (¡mucho sería eso!) el sword-against-sorcery y el ucrosteampunk con LA ROCA TARPEYA, o el pulp-space opera con la colección PÁRAMOS DE MARSOON, podéis esperar otro giro ingenioso con “la situación”.

Con Ciudad de Anubis no he querido parodiar nada, empero. Sí machacar. Realizar un bombardeo malo y de verdad. Masacrar. No dejar títere con cabeza, desollando estereotipos que han popularizado tan infame subgénero. ¿O debería describirlo corrupto subgénero? Pero, repito, desde mi óptica y estilo narrativo. Porque había qué contar, además, y debía hacerse del mejor, rico e incisivo modo posible.

Lo de los zombis, por otra parte, tiene cojones. Carne corrupta vagando por ahí, ¡y logrando desmoronar la Civilización entera! No se trata de una pandemia con efectos extraños e histéricos de canibalismo y violencia desnuda. Son muertos que se caen a pedazos. Envueltos en nauseabundos halos de pestilencia. Cubiertos de vermes. ¿Eso puede truncar nuestra Sociedad? ¿La de los creadores del napalm y la Bomba-H? ¿No poseemos recursos militares capaces de borrarlos de la faz del ancho mundo?

No obstante, Ciudad de Anubis no va de eso. Es lo habitual. Lo que se espera. Quiero destacar su relato sobre la camaradería, la confianza, la venganza y sus extremos. Como siempre, procuré realizar un vívido y recordable análisis psicológico de los protagonistas. Sobre los excesos o virtudes de la Babilonia que ha caído…, me permitiré invitaros a descubrirla por vosotros mismos.

No diré nada tan ampuloso como que “los zombis no volverán a ser lo mismo” porque no lo he pretendido. Sí confeccionar una sólida narración entretenida. Estimular saber qué pasará después. Y, si es posible, conmover con el drama de uno de sus actores.