miércoles, 13 de marzo de 2013

UN POCO DE COLOR


Insistía WILL EISNER en que, para ser un buen dibujante, se debía practicar en todo momento posible. Es un consejo universalmente aceptado y que aparece reflejado en la mayoría de los libros de arte decentes.

Los “indecentes” (que los hay) prefieren explayarse en consejos esquivos sobre anatomía y perspectiva y cómo magnificar la grandilocuencia de las figuras colocándolas de tal postura.

Eisner proponía un reto que muy pocos están dispuestos a aceptar o asumir: trabajar más allá del desaliento, las malas críticas o la adversidad. La tentación a abandonar es enorme, y el riesgo a hacerlo, frecuente. Aquí se prueba al autor verdadero: el que, pese a manifestar deseo de renuncia, persevera, diferenciándose del que lo deja, sin más.

Es cuestión de amor propio, imagino, pese a todo seguir.

…claro, que luego están esos (magníficos) dibujantes odiosos, como JOE MADUREIRA o CARLOS PACHECO, genios naturales, y ¡cómo cuesta ponerse a su altura! (Si se llega.) En tal caso, queda una solución: hacerlo lo mejor posible, con honestidad, y de forma que te sientas cómodo y sepas que conseguirás transmitir sin apenas problemas lo que deseas contar.

Vuestro Scriptor.