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Si yo hubiera podido seguir organizando eventos sobre la historieta (al carecer del carnet del PSOE, se me apartó inmediatamente de la sustanciosa prebenda, que otros, con el distinguido documento, sí han aprovechado A TOPE), ya habría invitado a alguna modelo de la categoría de la BENDITA BIANCA BEAUCHAMP (imagen) o JEWELL MARCEAU; os recomiendo leáis la leyenda superior, y veáis a qué nivel operan ahí afuera. Aquí... lamiendo botas | |
Siendo siempre una actividad necesaria y positiva para esta ciudad, coágulo de ámbar que preserva las más arcaicas tradiciones (paganamente
celebradas después), un evento sobre el cómic no deja de tener algo sórdido en
sus entrañas, llenas de inmundos jugos.
Llegas a desear que no se celebren, pues,
más que magnificar la ocasión, la deshonran.
Y recientemente se celebró aquí una de
estas actividades destinadas a encumbrar y difundir la importancia,
trascendencia y penetración de la historieta en la cultura, y se intentó darle mayor
relevancia otorgándole un ‘toque’ académico. De nuevo, ¡aplauso! por el valor
de la iniciativa, a la que deseo continuidad. Es necesaria, en serio.
Y ha sido actividad en la que no he
tenido el honor de ser invitado, pese a la vastedad de mi currículum al
respecto y el trato personal existente con su responsable, comisario, montador
de exposiciones, o como se quieran ahora llamar, que aun me ha solicitado reseñas,
y aún más, ha buscado mi consejo para él terminar, o enfocar, algunas suyas.
Mas no jugaré al victimismo intuyendo que
otros autores locales han podido sufrir igual olvido. Montar un sarao de éstos
tiene miga (lo sé por experiencia), y por muchos cabos que desees atar, alguno
siempre se pierde. Hubiera sido, sin embargo, amable detalle al menos invitarme
a pasar por donde se celebraba la cumbre (cosa que yo sí habría hecho, al menos, por cortesía elemental), que no pido participar en una mesa
redonda (para conferencias, no, no estoy) o exponer mis pinturas (porque dibujante
no soy para este señor -pese a poseer un original mío que le regalé de JUDGE DREDD-. Como mucho, rasguño rayitas ingeniosas).
No ha sido el desastre que sugieren las malas
lenguas, pues, afortunadamente, contaba con la participación de un verdadero ilustrador.
Venga, sin rencores: que haya muchas más
ediciones futuras. Sí. Ajá.
Vuestro Scriptor.