Pues no fue fácil decidir qué postura del brazo realzaba la pose de Terhli |
Fuimos una vez a comprar cómics; ante las
baldas saturadas de portadas y títulos arrogantes, confesó estar un poco
perdido. Quería adquirir, pero ¿qué? Me veía picotear entre las colecciones,
eligiendo aquello que me interesaba, o seguía. Ergo: este, entiende; le pido consejo.
Le recomendé LA LIGA DE LOS EXTRAORDINARIOS CABALLEROS (porque buscaba un tebeo bien
escrito, con argumento, no una exhibición de fetichistas con uniformes coloridos
y ajustados hasta cortarles el aliento, por muy bien dibujados que estuviesen).
¿Qué hizo? Pillarse el tebeo más insustancial que vio, pero que estaba dibujado
al estilo mangaka. (Y eso le ponía.) Y con una mutante de ésas bien prieta en
cubierta. O sea: hizo exactamente todo lo contrario a lo que expresó al pedirme
ayuda.
Repasamos el botín. Me había comprado LOS 4 FANTÁSTICOS, EL FIN, dibujado por
ALAN DAVIS. Mientras lo cataba, advertí su expresión hambrienta; se lo pasé para que
lo viese y al poco le pregunté si le gustaba. Asintió. ¿Arrepentido de lo que
has comprado? Nueva confirmación.
Callé un: “Pues te jodes, por capullo”, aunque se lo merecía, porque comprendí
que en el pecado llevaba la penitencia (su mierda de tebeo costaba cuatro pavos
más que el mío, para empezar).
Pero no escarmentó. Insistió.
Vuestro Scriptor.
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