lunes, 10 de diciembre de 2012

FALL OF ARIOCH


En EL CABALLERO DE LAS ESPADAS, de MICHAEL MOORCKOK, Arioco es presentado de una forma sucia y obscena. Si Terhli se encontrara con él, ¿qué pasaría? Pues que el DIOS DEL CAOS perdería, de entrada, un diente, víctima de un impacto del Glamjolnir. Por cierto, y es inadecuado que yo lo reconozca, pero la ilustración completa es impresionante. Tiene mucha fuerza. Y ha sido entintada, casi toda, con un BIC de punta fina
Este amigo que se echó novia y exactamente hacía lo contrario a comprar los tebeos que me pedía le recomendara, cuando venía a visitarme (y en la tregua que se daba para descargarse de sus problemas) se leía mis cómics.

Hijo pródigo de la Generación Mangaka (una a la que quise dedicarle cierta prosa en TEBEOSFERA, pero su director, MANUEL BARRERO, lo prohibió por miedo al debate que pudiese generar), más allá de lo que las viñetas niponas exhibieran no existía más tebeo. El resto era basura yanqui, basura europea, basura Basura BASURA. El manga: excelsior! (Pero bien que se jalaba mis V DE VENDETTA o WATCHMEN, y la rehostia: 300. Menudo impacto le causó la épica histórica-fantasiosa de FRANK MILLER.)

Veréis: El manga no es mejor ni peor que las demás historietas; cuenta cosas de forma distinta, y a veces, de modo harto más deficiente que el cómic ‘occidental’. Tuve mi época mangaka, cierto, pero muy tibia comparada con el fanatismo de este hombre. Lo que me atraía del manga era su estilo visual, cinético-cinematográfico, así como esa fijación por la fuerza física, el poder, más que por la sabiduría o el conocimiento, pese a que luego sus filósofos siempre nos den pláticas en plan JEDI.

Y hay mucha mierda en el manga; casi diría que más que en el resto de tebeos; un lector equilibrado enseguida lo descubre. Pero no sé qué tiene el manga (un cómic que sí gusta a las féminas, y no logro entenderlo) que hace radicales a sus lectores.

Hum. El tema tiene cierta enjundia. Buscaré las notas y lo plasmaré en una entrada más extensa.

Vuestro Scriptor.