jueves, 22 de noviembre de 2012

LA GUASA EN TORNO AL CÓMIC


Si yo hubiera podido seguir organizando eventos sobre la historieta (al carecer del carnet del PSOE, se me apartó inmediatamente de la sustanciosa prebenda, que otros, con el distinguido documento, sí han aprovechado A TOPE), ya habría invitado a alguna modelo de la categoría de la BENDITA BIANCA BEAUCHAMP (imagen) o JEWELL MARCEAU; os recomiendo leáis la leyenda superior, y veáis a qué nivel operan ahí afuera. Aquí... lamiendo botas
Siendo siempre una actividad necesaria y positiva para esta ciudad, coágulo de ámbar que preserva las más arcaicas tradiciones (paganamente celebradas después), un evento sobre el cómic no deja de tener algo sórdido en sus entrañas, llenas de inmundos jugos.

Llegas a desear que no se celebren, pues, más que magnificar la ocasión, la deshonran.

Y recientemente se celebró aquí una de estas actividades destinadas a encumbrar y difundir la importancia, trascendencia y penetración de la historieta en la cultura, y se intentó darle mayor relevancia otorgándole un ‘toque’ académico. De nuevo, ¡aplauso! por el valor de la iniciativa, a la que deseo continuidad. Es necesaria, en serio.

Y ha sido actividad en la que no he tenido el honor de ser invitado, pese a la vastedad de mi currículum al respecto y el trato personal existente con su responsable, comisario, montador de exposiciones, o como se quieran ahora llamar, que aun me ha solicitado reseñas, y aún más, ha buscado mi consejo para él terminar, o enfocar, algunas suyas.

Mas no jugaré al victimismo intuyendo que otros autores locales han podido sufrir igual olvido. Montar un sarao de éstos tiene miga (lo sé por experiencia), y por muchos cabos que desees atar, alguno siempre se pierde. Hubiera sido, sin embargo, amable detalle al menos invitarme a pasar por donde se celebraba la cumbre (cosa que yo sí habría hecho, al menos, por cortesía elemental), que no pido participar en una mesa redonda (para conferencias, no, no estoy) o exponer mis pinturas (porque dibujante no soy para este señor -pese a poseer un original mío que le regalé de JUDGE DREDD-. Como mucho, rasguño rayitas ingeniosas).

No ha sido el desastre que sugieren las malas lenguas, pues, afortunadamente, contaba con la participación de un verdadero ilustrador.

Venga, sin rencores: que haya muchas más ediciones futuras. Sí. Ajá.

Vuestro Scriptor.