lunes, 26 de noviembre de 2012

THE KILLER — DE TEBEOSFERA


Debido a la acritud ‘sin límites’ de mis reseñas, donde podía descargar la férula sin mesura, contenido, eso sí, por mi reconocimiento de la labor efectuada, este colectivo, a mis espaldas, me eligió “killer” de según qué tebeos y autores.

Siempre me largaron los cómics más malos y los que más caña merecían; sólo recuerdo dos realmente buenos. Ellos se quedaban los mejores. La cantidad de purria que tuve que leer puede haberme causado hasta envenenamiento radiactivo.

Procedían así: cuando topaban con una obra a la que, por sus deméritos, se debía aplicar “una sanción”, a sabiendas de que yo, ignorando lo provechoso de ser políticamente correcto, lo haría, con sentido de la imparcialidad y la integridad, me la largaban. No querían infectarse; tenían (tienen) las miras muy altas, enfocadas a autores y Editores, y no iban a pringarse, porque sus proyectos deben encontrar quien los publique. Aquello, empero, debía ser comentado; se jugaban seguir recibiendo servicio de prensa. Entonces recurrían al “the killer”.

Pero mi malestar por un colectivo al que estuve vinculado siete años procede de su “arrejuntamiento” con el responsable de la juerga ésta de la historieta de fin de semana anual de la ciudad, evento por el que sentían el más tórrido desdén. Pero, ¡tate!, que el menda al mando del sarao mete mano en las subvenciones; ¿desdeñarían ese dulce?

Sabiendo que me opondría, me expulsaron de Tebeosfera (en librarse de la gente son más expertos que la Mafia) y al poco las enormes puertas de las prebendas y dineros se les abrieron. Contactos y relaciones favorables benefician su espacio.

Aquellos discursos, sobre su independencia e integridad…

Vuestro Scriptor.