jueves, 15 de noviembre de 2012

THE GIRL AND THE SNAKE


Si en ese enredijo de líneas veis algo claro, ganáis una piruleta.

La sucia anécdota de hoy: tenía un amigo (supongo que seguimos siéndolo) que me visitaba para descargarse de sus problemas; problemas de toda índole, tamaño y color. Un día, hastiado de la letanía, le espeté:

—Yo también tengo problemas, ¿sabes?

—Pero los míos son más serios —descaradamente aclaró.

Eran temas familiares casi todos (los usuales en los demás) y de empleo. Mas los entendía como algo de trascendencia cósmica y debía abrumarme con ellos.

Hace cinco años me visitó una vez más, anunciándome jocundo:

—¿Sabes? ¡Tengo novia! —pausa—. Eso significa que ya no tengo que verte más.

Inmediatamente reparó en lo que había dicho y lo modificó por: «No te veré con tanta frecuencia como hasta ahora». Y, tras otro descanso: descarga de sus cuitas varias.

Y ha cumplido, el tío: en este lustro lo he visto tres veces. La última, un encuentro de treinta y cinco minutos, sólo me dijo dos palabras optimistas: Hola y Adiós.

El relleno: tengo problemas Problemas PROBLEMAS y te los largo porque mi novia no está para oír mis PROBLEMAS Problemas problemas.

Y, entre tanto, Terhli recrea su versión de SAN JORGE Y EL DRAGÓN.

Vuestro Scriptor.