Con veintidós años (hace décadas),
pensaba que iba a convertirme, a no mucho tardar, en autor de best sellers; obtendría el éxito
económico y material… y cuando apareja. Tenía la energía, el impulso, las
ideas.
Décadas más tarde, me conformo con un
empleo decente con un salario decente y que me permita, más que como vocación,
escribir, o dibujar, en plan hobby.
Los hombres deben conocer su limitaciones, y yo he topado con todas las mías.
Y no proceden de mí, de una falta de
energía, estímulo o creatividad, sino de ver que me vencen los amigotes, los
recomendados y los IGNOTUS, densa
jungla casi imposible de traspasar. Y qué bien situados están. Cómo nublan tus
posibilidades. El talento no es un recurso; al contrario: un obstáculo. Igual
que la capacidad de trabajar.
En la entrevista que me realizó FRANCISCO
JOSÉ SÚÑER me preguntaba si yo era “tan
afilado” como persona que como articulista. Debería haber contestado que
soy así tras haber sufrido experiencias como las que reflejo en Div@s. Pero habría sido una respuesta
demasiado larga y el lector, ¿sabéis?, no está por los textos largos.
Cierto: ese cinismo curte la piel, pero
envenena el alma.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/