Boceto de los que haces en un ratillo; para captar la idea. De todos modos, el bocadillo deja clara la intención del concepto |
De tantas, detesto dos manías; una la
referí hace años. Es la de que imaginar un personaje barbárico-femenino y, de
cajón, ¡otra RED SONJA! Mira que hay amazonas, como WONDER WOMAN, a las que
intentar emular, sacarle vueltas que alguna puede haber aún. No: siempre sale
la Red Sonja que llevamos dentro para llevar el asunto al actual extremo de
estomagante mediocridad. Ese sigul delata que ese autor va bastante limitado de
ideas. Sácalo del bikini de cota de mallas y la fiera mirada enmarcada en rizos
rojizos, y puede quedarse in albis
mirando el A3.
Dentro de esa tendencia al barbarismo
pelirrojo medio nudista-bikini metálico, está la segunda aborrecible manía de
dibujar a la pobre manejando un hacha de tamaño poco menos que ABSURDO. Por
fuerte que esté (o sea, gana músculos empero sacrifica su femineidad, porque
adquiriría talla andrógina —una delicia sáfica—, que no suele reflejarse en esos
diseños), no creo que una mujer pueda emplear un hacha que pese más de
cincuenta kilos después de tres o cuatro golpes. Y sólo el esfuerzo de alzarla,
voltearla, descargarla, brindaría a sus rivales tales huecos en su defensa que,
cuando menos, la cuchillada al costado estaba garantizada.
Vale, es una fetishfantasía, mas hasta las ficciones deben seguir una lógica
intrínseca. Y a menos que seas de Krypton y nuestro Sol amarillo haya superfortalecido
tus músculos y sentidos, una bárbara, por bárbaros que sean sus tiempos y
bárbaro su entrenamiento, acabaría derrotada en cualquier pelea usando tal
hacha.
Parece, asimismo, una nueva versión de la
envidia del pene (hay cierta alusión sexual masculina en el hacha). Espadas largas.
Hachas masivas. Mazas enormes. Un complejo de inferioridad (más que una razonable
medida defensiva/ofensiva) que hay que vencer empleando quincalla de tales
dimensiones que (pen)entran en lo absurdo de todas-todas.
Ciñámonos a la lógica, aunque sea la volátil que envuelve las fantasías, autores.