Produce extraña impresión crear un cómic.
Puedes emplear hasta dos o tres días en la confección de una plancha, con el
entramado de lápiz, tinta y sombreado, y después, contemplar que el editor mira
tanto trabajo casi al instante. Un considerable número de páginas puede tomarle
cinco minutos, siendo generoso. Durante ese lapso de tiempo, que transcurre en
silencio, excluyendo el comentario de pequeños defectos, o admirar la resolución
de alguna viñeta o situación, piensas en qué abismo de diferencia hay.
Tantas horas en la realización y luego no
estima más que unos minutos al receptor final del trabajo. Produce una pequeña
migraña de decepción, una sensación poco grata, similar al desdén: ¿No reparas
en mi esfuerzo? ¿Tan poco lo estimas que lo soslayas casi indiferentemente?
Es el tema del esfuerzo realizado, que
parece no ser reconocido, menos recompensado, por las personas que lo examinan.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/