Siendo Terhli un personaje versátil, en
virtud a su faceta paródica, iba siendo inevitable que una chica punk con superpoderes terminara
viéndoselas con algún supergrupo que criticase su exuberante estilo de vida,
obligándola a aceptar cánones y reglas que, de siempre, la han repelido.
Es lo grandioso la niña de los tacones
afilados: encaja maravillosamente en situaciones humorísticas donde no
desentona, cuando a priori podría
parecerlo. Aun las eleva. Hay que observar algo de mérito del autor. La parodia
se me da bien, o razonablemente bien (ahí está LAS GRAVES PLANICIES, para confirmarlo),
y me hace sentir creativo y cómodo al explayarme con esas ideas.
No creo que esto se entienda fácilmente por personas que no tienen una activa iniciativa laboral, un deseo de elevarse sobre las constantes dificultades que nos imponen.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/