El variado exotismo de la ilustración ya apunta qué ofrece el relato |
Siempre es verdadero placer leer que tu trabajo
produce las amplias satisfacciones que FRANCISCO JOSÉ SÚÑER ha reflejado en su
cálida reseña sobre El desperado de Marsoon,
tercera entrega de LAS GRAVES PLANICIES.
Para no extenderme demasiado, apelo a
vuestra paciencia y curiosidad dejándole a él destacar qué virtudes posee la
nueva entrega de PÁRAMOS DE MARSOON. Empero
para los impacientes, considerando valioso su tiempo para perderlo en elogios,
atraeré su atención sobre ambas materias constitutivas de esta entrada
resumiendo que El desperado de Marsoon
es algo así como si MAD MAX tuviera que vérselas con EL KURGAN de LOS INMORTALES mientras THULSA DOOM
planea crucificarlo en un árbol del dolor y JAMES MORIARTY intenta ensamblar el
mecano de una bomba atómica porque es
el capricho del día de RAVENNA, madrastra de BLANCANIEVES.
Marsoon tiene eso: es un fantabuloso imperio de cameos con los cuales conjugar acciones
que cortan el aliento, descritas con una poderosa prosa que tampoco deja
indiferente. Los versados en CultuPop podrán frotarse las manos de satisfacción
ante el menú servido. Sus queridos personajes, abortada su carrera en la
película, cómic, o novela, de su preferencia, ¡continúan alentando aquí, corriendo
nuevas y excitantes aventuras!
O, como en el caso de Ravenna, manifestar
inesperadas personalidades oscuras.
Bueno, bueno: no os reviento la película.
Sí aviso que tiene final verdaderamente inesperado. Un nuevo elemento ha hecho
irrupción en Marsoon y traerá grandes problemas a sus habitantes, náufragos o
nativos.