Bien clarito lo dice: TERCER TRIMESTRE de 2015 |
Este ATROPELLO debe difundirse tanto como
sea posible. Veréis: el
año que quedé finalista por las planicies ya hubo tomate. Bueno: tomate iba
habiendo desde dos o tres ediciones antes. Pero quedaba un poco disimulado y
como estamos en el imperio de los envidiosos, pues lo mismo eran palabras
indignadas de concursantes que se sentían tongadamente despechados al no
haberles seleccionado.
Pero esto esta edición no tiene excusa.
Este año, no. ¡LAS FECHAS SON IRREVOCABLES, INCONTESTABLES, LA PEOR PRUEBA EN
CONTRA DE UN PREMIO QUE NO TIENE YA CALIFICACIÓN!, ética o moral. Y, para
colmo, ¡¡se lo dan, sin disimulo a uno que parece íntimo amigote del Jurado!!,
entero o parcial. Y se lo conceden AUN CONTRA LAS MISMAS BASES DEL PREMIO, al
menos TRES MESES ANTES de lo que establecen éstas se dará a conocer el nombre
tanto de finalistas como el que, finalmente, será el ganador.
¿Qué seriedad puede ofrecer una Editorial
que actúa de este modo parcial, sectario, arribista, galardonándose entre
amigotes, que no valoran más que es un amigote el que “se presenta a concurso”,
despreciando a los restantes participantes, sus ilusiones o esperanzas? Decían
haber saneado el Premio el año aquél del quáte, ¡aquí hay tomate!, concediendo
el premio a una novela bastante plúmbea pero que no tenía aspecto de haber sido
sometida a este tipo de mamoneo.
¿Y ahora? ¿Qué alegan? No tienen por qué
excusarse, al parecer. Hacemos estas trapisondas y ¡a joderos!
Lo significativo además es la ausencia de
finalistas. ¿A qué molestarse en elegirlos, si el mismo 15 de Julio ya ¡aclamaban!
al ganador, cuando éste debería haberse, repito, pronunciado hacia mediados de
Octubre?
¿Tongos en el fútbol, en el deporte
general? Pero ¿de qué estamos hablando? ¡Eso son chiquilladas comparadas con lo
que aquí se revela!
¿No hay ley o justicia que aquí meta
mano?