Uno más de los afiches de esta cinta |
Aunque me desconcertó que Mad
Max no fuese el motor principal del heroísmo de su “nueva entrega”, que otros
personajes hasta tuviesen una más decisiva participación en la trama, que
parece esto el sigul de que el héroe solar quasitodopoderoso, solitario e
individualista ejemplar, está acabado, sumergido en una masa de cooperantes con
cuotas más/menos de protagonismo, luego empero pensé Pensé PENSÉ… que este Mad Max no es MEL GIBSON.
Y todos sabemos quién es Mad Max: Mel Gibson. ¿Me explico?
Faltando el actor que le hizo pilar de la CultuPop, donde hubo esa
retroalimentación (Gibson saltó a la fama gracias a ROCKATANSKY), ¿podía ser realmente
una película de Mad Max? No. Extrañaríamos
todas sus señas de identidad. Su hosco carácter de hombre amargado vagabundo
del páramo. TOM HARDY… bueno, hace cuanto puede.
Pero
no es Mad Max. Por eso, el personaje está tan diluido. Mezclado. No es Gibson.
El auténtico Mad Max. Y creo ahora que GEORGE MILLER ha sido honesto. Faltando el
sujeto clave/reconocible, no podía seguir produciendo como antaño. Nos ha dado
un sucedáneo tapado por la energía de EMPERATRIZ FURIOSA. Habrá que
acostumbrarse.