Helo ahí: su nombre en cubierta- Agregando páginas de ambos personajes a la Historia de la Historieta |
Noticia reciente: ha fallecido uno de los
padres, putativo o directo, de JUDGE
DREDD (amén de otra vasta producción). Algo podemos afirmar de este escritor
inglés (el país que ahora ha descubierto que existen los 40º C en el termómetro):
pródigo como pocos. Era ese nombre habitual, asociado al de JOHN WARNER, en el
cartucho de texto de guión de las historietas del polémico y embravecido
legislador de Mega-City One.
Unas veces, memorables. Otras, con acierto.
También, renqueando en habilidad. Sucede cuando tienes entre manos fecha de
entrega ajustada o gran producción. Empero una historieta de Alan Grant podía
contener un elemento seductor que ponía los engranajes dentro de tu mollera a girar.
El trabajo del guionista puede pasar inadvertido, a menos que sea soberbio en
el planteamiento (tipo ALAN MOORE, por ejemplo). Es cierto que el grueso del
trabajo lo apechuga el dibujante. Un guionista habilidoso se ventila en un par
de horas una historieta (las breves de Dredd debían salirle rápidas, dado que
contienen unas siete páginas). Un dibujante puede haber planteado un par de
viñetas durante ese tiempo.
Ocurre a veces que se produce la conjunción
astral de que escritor-dibujante encajan milimétricamente y surge una obra
maestra. Pienso romper una lanza a favor del trabajo, en principio, más
discreto del guionista, pues puede entregarte el texto que te catapulte a los
lápices, creando esa conjunción a la que aludo.
Grant ha supuesto una gran pérdida. Desde una “oscura publicación”, nos ha dado horas de deleite con sus distopías y ayudado a fortalecer la leyenda urbana de Dredd. Sigue habiendo expertos al teclado, desde luego. Pero si empiezan a caer, y viendo la mediocre calidad de sus reemplazos, más pendientes de que todo sea GAYWOKE antes que profesional, vamos a extrañar mucho a escritores como Grant.