¡Un cuento, niños míos! Sentaos y atended.
Érase una vez...
Una abominación llamada PDMS (a la cual
quisieron abducirme; empero como tengo muy aprendida la moraleja de V DE
VENDETTA: Desconfía de los líderes, escapé de la celada garbosamente).
Se presentó como GALACTUS: pretendía arrasar
con la democracia española, aliándose para tal fin con terroristas y nazionalistas;
planeó comerse a los grandes partidos políticos, que designaba como corruptos;
quería instaurar otra república, más genocida que la II. Era apabullante. Daba
miedo. Tenía un líder, un MESÍAS EMÉRITO koletero, que en realidad es un
inveterado desertor que, no obstante, ha sabido trincar del erario público de
lo lindo.
Aun autodesignándose transcoñomunista hasta
las moradas cachas, se instaló en un caserón-rón de Casta-asta apenas pudo-udo
(es un chaletcito-ito de 600 mil euritos-itos de nadita-ita, y vete a saber
cuánto de comunidad-dad menstrual-al, porque es zona privilegiada-ada. No tu
barrio-rio, vaya-aya.)
La espantosa HIDRA, de invencible apariencia,
gracias a su coercitivo aparato de calumnias, amenazas y difamaciones, encontró
la guillotina de las urnas. El HERACLES del populux, harto, decapitó y quemó
todas las cabezas con napalm, procurando no se reprodujeran.
Y así acabó un régimen de terror tan maoísta
como stalinista.
The End.
Sirva esta tenebrosa página de analogía de lo sucedido el 28-M; ¡de putos amos a putos pordioseros! Ni proyecto progresista ni coñas marineras: ¡a trincar del erario por la comunista jeta! |
La moraleja, niños míos, es que: el DEVORADOR
DE DEMOCRACIAS no resultó al final tan impresionante, se vio apenas rasgaron el
velo de pánico que había tejido.
Este aparatoso Destructor de Monarquías AHORA, si quiere sobrevivir, debe
arrejuntarse con otro teratoma no menos catastrófico. ¡Asombroso! De puto amo,
a puto pordiosero.
Ya lo dijo TÍA AMA en MAD MAX BEYOND THUNDERDOME:
un día gallo de pelea, y al otro, plumero. Pero ni para eso sirven.
Como dice el Galactus de la página: esta
gente pide ¡SOCORRO!, porque somos muchos golfos y flojos
apalancados/subvencionados que jamás hemos currado los que quedaremos en cueros
si no nos socorre... ¡la que ayer llamábamos ingrata y enemiga!
Cómo son los “progresistas”.