martes, 19 de noviembre de 2013

CUENTOS Y CUENTISTAS

Siempre he defendido que la buena literatura sale del estómago; de tener que llenarlo con propuestas imaginativas, audaces, deslumbradoras. El legado literario lo constata.

Los buenos escritores son, además, los que se han caído montones de veces y han vuelto a levantarse. Con las manos desolladas y las rodillas peladas. Intentándolo una vez y otra Y Otra Y OTRA pese a los temibles rechazos editoriales. Nada de echarse a llorar porque, mandado una única vez un texto, ha sido rechazado y, ¡ea!, el malcriado niño abandona. Y no tienen escuela. Aprenden así: a palos. Asimilando sobre lo leído. Fijándose cómo sus escritores componen en pos del impacto.

Caricatura de otro tipo de cuentista, los que se aprovechan de la difícil
coyuntura social para tratar de medrar. Hablan de proteger al populux,
pero persiguen el coche oficial. Como todos
Los de escuela apabullan con su formación. Ésta abruma y oculta la falta de alma de sus obras. Embroman de puta madre magistral con su esmerado uso de la gramática y prosa. Una vez, empero, rascas ese oropel, descubres qué poco hay debajo, un harapo, un relente de talento, que insufla aliento al relato que avanza sólo por costumbre.

Los cuentos publicados en SITIO DE CIENCIA FICCIÓN están teniendo considerable éxito. Y esa web, respetable y veterana, un marco excepcional para promocionarme, razoné. Tiene el inconveniente de que es gratis, pero cuenta con la ventaja de que alguien "interesante" (un editor avispado) sienta interés por lo que hago. Sitio tiene público.

Vuestro Scriptor.