Para la edición especial, STRUZAN corrigió los colores originales de los sables |
Para concluir el artículo publicado
en “la frontera”, este breve apunte: lo que más me sorprendió del reportaje sobre
Struzan fue que este autor se rendía; abandonaba por hastío, más que por estimar
haber efectuado una plena vida laboral. Estaba apreciando que la industria del
cine, a la que ha favorecido con tan admirables afiches, pertenecía ahora a
ejecutivos sin entrañas, espíritu ni alma, que cuestionaban su labor sin ningún
respeto o admiración.
RICHARD AMSEL también ha aportado estupendas pinturas a los afiches |
Forjan una producción rápida, barata,
cuyo peor defecto reside en ser desechable. No hacen cine para perdurar, hacer
Historia, o leyenda, como STAR WARS o
INDIANA JONES (al margen de lo
anecdótico que tenga su éxito y continuidad). Filman historias deleznables pero
capaces de motorizar a un público gradualmente menos exigente (por no decir lerdo)
capaz de engullir dosis masivas de basura siempre que se la sirva un calvo
musculoso (por muchas virtudes actorales que posea VIN DIESEL), o un forzudo,
una tía buena, más o menos enfundada en látex, aparezcan coches o naves
superveloces y, sobre todo, haya un atracón de FX (como los que sin mesura
surten las pelis de TRANSFORMERS), cóctel
capaz de abombarte los sesos por la resonancia añadida del sonido en THX; sin trama, con actuaciones casi
planas sujetas a clichés y estereotipos morales, raciales, sociales.
Triste despedida para una excepcional
carrera. Y me indujo a meditar, porque su ‘denuncia’ puede trasladarse a
concursos y certámenes, literarios o no, de nuestro país, donde se “premia” no
una obra de méritos más o menos destacables, sino una moda volátil que aprovecha
un avispado editor, y la ofrece a lectores iletrados cegados por la etiqueta “ganador de”… cuando la cosa carece de
calidad para ser vencedora.
Struzan dejaba constancia del motivo de
su renuncia sabiendo que sus palabras no cambiarían nada. Nadie reivindicaría el
retorno a ese buen hacer tradicional. Me pareció alarmante, por la avalancha de
aberrante mediocridad que nos espera, además de triste.
Vuestro Scriptor.
Empezó en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/