Pues ha resultado novela juvenil. Pero es, sobre todo, una novela trágica y pesimista que muy poco positivo augura |
Ya experto en mi obra y su elaborado
entramado gramatical, FRANCISCO JOSÉ SÚÑER tiene la amabilidad (de nuevo, y ya
van…) de resaltar los dones y defectos de Road to Soguetto,
esa publicación por entregas que pretendía ser tanto soporte de la novela Soguetto como forma
de enlazar acontecimientos entre el relato-prólogo, Víctimas, y la llegada al tumultuoso apartadero moral y social, de
exclusión total, de Soguetto.
Francisco señala un aspecto que veo
interesante: el más extenso desarrollo del perfil psicológico de los
principales actores de la narración, encerrados en un deportivo y en plena
angustiosa huida por el páramo tejano, lindando con el no menos desesperante
desierto de Méjico, durante una caótica madrugada, acosados por fuerzas
parapoliciales.
La violencia queda apartada, sí, ajá. La
física. La emocional está en pleno ON y lo destaca cómo GABRIEL T rememora
algunos episodios de su aún reciente infancia. Es la violencia de cómo un
Estado totalitario, impuesto desde Pekín, golpea implacable a los ciudadanos
de, en este caso, Las Barricadas, cuyo colapso las transformaría en Soguetto.
Ese tipo de violencia quería esta vez resaltar al sernos mucho más común,
próxima, traducible en las decisiones que, desde un Poder, pueden llegarnos.
[Y no
me refiero al 155, que está viéndose día-a-día más útil y de aplicación
necesaria. (Lo que ha aniquilado también pretendía imponer su violencia estatal, cuidado. A los que no
pensaban igual impedía expresarse, generando además una estructura de “ciudadanos
de segunda” si no podían demostrar tener un pedigrí sanguíneo concreto, la
ideología correcta, obligándoles al exilio incluso.) Apunto a las multas, las
subidas de impuestos, los recortes.]
Lo de "excesivo" me gusta. Manifiesta carácter |
Por último, quiero recordar a los lectores
(y a los que éste tipo de iniciativas incentive a leer el compendio de Soguetto, que prosigue en RECALIBRADOS) que el paranoico mundo
donde Gabriel T desarrolla su aterradora actividad terrorista está ahora mismo
fraguándose en nuestras calles, casas, mentes de febriles populistas
arbitrarios que abrazan causas (la del hembrismo, por ejemplo) porque pueden
permitirles abrazar el Poder. En La Franja, esa mastodóntica zona urbana que
rodea las elitistas Arcologías Aurora, condenan con severidad la coquetería
femenina, marca del género. Pues eso estamos ya empezando a vivir. Eso… y cosas
parecidas.
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