Llevo bastante tiempo queriendo escribir
este apunte. Viene el tema de lejos. Ahora es cuando los astros se han alineado
adecuadamente. Y admitiendo que es
(ODIOSO)
enojoso hablar de política, a veces debes
dar tu opinión, un derecho que creo nos asiste, empero a oneroso coste.
Esta reseña
me costó la expulsión de Tebeosfera, organización
que defiende a ultranza la libertad de expresión. De haberse tratado de su web
(por entonces, os recuerdo, colaboraba con ellos), bien hubiera estado. Sin
embargo, era desde mi blog donde ofrecía
esa digresión basada en la experiencia. Tebeosfera
es la absoluta rúbrica de la tiranía de la Ixquierda respecto a la opinión y la
creación. Es la plena manifestación de que SÓLO la IXQUIERDA puede CREAR,
OPINAR, ¡ENSALZAR!, CENSURAR. La Ixquierda ha robado al resto de la Humanidad poder
crear. ¿Tienes opiniones conservadoras? No puedes manifestarlas, plasmarlas en
papel, o donde sea. ¡Prohibido!
Debes callar. Y autores como los que
componen Tebeosfera gritan muy fuerte
para, si te atreves a alzar la voz en protesta, ahogarte en el silencio y el
ostracismo.
ODIO hablar de esto. Tebeosfera fue excelente escuela, mas fue injusta forma como me
expulsaron, por atreverme a ser crítico con algo con fondo turbio. Os aviso
sobre ellos. Presumen de demócratas. No lo son.
La reseña de la polémica sostenía algo que
el tiempo ha demostrado, dándome la razón. En ella, cuestionaba no al
movimiento per se, o la necesidad de
exteriorizar del populux esa rabia. Me preocupaba quién estaba tirando en la
sombra de los hilos. Con qué motivo. Como el 15-M era esencialmente juguete del
populismo antisistema de Xtrema Ixquierda que lanzaba toda clase de disparates
y consignas irreales aunque muy republicanas, no podías criticarles. Debías
caer de hinojos ante la Omnipotencia Roja. Punto.
¿Qué queda del 15-M y toda la patulea que ¡exaltaba!
al populux a pedir Democracia Real Ya?
Un ostentoso chalet de la denominada “Casta”, propiedad de uno de esos líderes
tan “amigos” del pobre y el trabajador, una reyerta de rabiosas perras salvajes por el
Poder, un ansia mórbida por liquidar un orden constitucional monárquico que,
pudiendo ser mejor, al menos ha aportado estabilidad. Otras veces nos ha ido
peor.
Ese chalet es la tumba del 15-M y el
movimiento anejo. Sólo el fanatismo impide verlo, admitirlo. Os utilizaron.
Escuece, ¿eh? Admitirlo quizás resulte balsámico.
No sé lo que Tebeosfera piensa del chalet de la Casta. Seguro que aplican un
doblepensar orwelliano para tratar la cuestión. Eran también mucho del “doblepensar”.