Por lo menos, aunque un tanto esmerilado, se aprecian bien los principales detalles |
En efecto: hoy, 31 de Julio, había niebla
en mi pequeño estudio. Y el resultado ha sido el que muestra la imagen. Se
interpuso la bruma entre el tablero y la cámara, dando este efecto “londinense”
(por fortuna, ¡no gótico, qué asco!) a la plancha recién entintada.
No ha afectado al trabajo realizado, como
podéis comprobar. Lo de la niebla que invadía la habituación debe ser otro
desastre del Cambio Cli que nos aseguran sufre ya la Tierra y pretende ser
irreversible. Tengo dudas sobre el Cambio Cli; algo sí tengo seguro en materia
ecológica: la calamidad medioambiental que causa la polución no es ninguna
bruma ni broma. Es tangible. Mientras que, lo otro, podría ser una consecuencia
estacional. Claro que, al tratarse de una especie de “calentón” del planeta, y
sus ‘enfermedades’ se miden en eras geológicas, que son un porrón de años
humanos, lo mismo no hay un verdadero Cambio Cli, sino algo que lo presume. Empero,
por lo dilatado del periodo, podríamos no vivir para ver un regreso a la “normalidad”.
Aun así: si los humanos afectamos al clima
del planeta, como sea, la Tierra sobrevivirá al holocausto; lo hizo cuando los
dinosaurios. Se regenerará. Le sobra el tiempo. Nosotros seremos quienes nos
extinguiremos. Es el verdadero quid del Cambio Cli. La Tierra permanecerá; la
Humanidad, no. (Los ecologistas prefieren ignorar esto último, pues su
milenarismo apoqueclíptico está muy bien subvencionado. ¡Viven a cuerpo de rey
a costa de meternos miedo verde!
—Otra cosa que también silencian—. ¿Van a perdérselo?)
¿No se sufrió durante la Edad Media el
Pequeño Glacial Medieval? Entonces, ¿íbamos a perecer por el frío? Los
vikingos, al llegar a Canadá, en los años de saqueos a Inglaterra, encontraron
viñedos en tierras que hoy no los aceptan. ANÍBAL invadió Italia por pasos
suizos hoy cubiertos por la nieve. Ergo: en aquella época la Tierra debía ser
más cálida que la presente, se infiere.
No he podido contrastar el dato, pero
comentaron que España sufrió tal sequía que el Guadalquivir, a su paso por
Sevilla, podía cruzarse de una a otra orilla a pie, no como sucede ahora.
Repito que no he podido contrastar la veracidad del suceso, así que hay que
tomárselo con prudencia. Aunque, de ser cierto… ¡menudo panorama!
En todo caso: hoy había niebla en el
estudio… y más de 35º C en la calle.