La captura de pantalla no miente |
LAS
GRAVES PLANICIES sigue
dando de qué hablar, pese a que tiene ya sus añitos. El espacio GoodReads lo refleja en su archivo y
publicita, como demuestra la imagen adjunta. Y, además, con una calificación
excepcional… aunque no lo parezca. Me explico: teniendo presente que se trató
de una novela cuyo alcance rozó lo limitado, por mor de vicisitudes tan ajenas
al editor como a mí, que obtenga tres estrellas (en un medio que, en
apariencia, es de habla inglesa), debo considerarlo un éxito.
Porque además hablo de que la historia va
de dos géneros “malditos” en España: el pulp
y la ciencia ficción... que han vuelto un desagradable feudo de la Xtrema
Xquierda, un órgano de su Propaganda, que envilece al género, pues esa gente lo
ha abducido.
Puede, incluso, que de haber sido uno de
esos textos moñas de viajeros moñas y moña “realismo mágico” (ah, no; eso se
estrella, y más que la CF y el pulp),
lo mismo pues goza de mayor aprecio. O, lo más importante: de haberla publicado
un ámbito editorial más amplio, más poderoso, influyente, igual alcanzaba cinco
estrellas. Estas cosas son así. Oportunidad. El medio. La oferta.
Empero afirmo me siento satisfecho. Porque,
de por sí, la portada era/es espectacular, de cine, y el relato… considero
justo que lo juzguen lectores distintos a mí, el autor, el único escritor,
demostrable es. ¿Qué voy a decir, sino que es glorioso y macknífico, e
ingenioso, y cuanto rimbombante se me ocurra? El más mínimo-nimio pundonor me
lo impide, sin embargo. Ni tampoco pienso ponerme pretencioso añadiendo
inexistentes, hediondos y abstractos “análisis” ‘psicológicos’ de un tostón
para justificarme.
Lo que cuenta es que la novela está ahí. Es
parte de mi legado.