Página de JUST A PILGRIM, de CARLOS EZQUERRA, a su vez cocreador de JUDGE DREDD. Mas no es mérito para ser evocado al nivel de CARLOS PACHECO |
No trata, esta entrada, de arrojar sombras
sobre la obra, aún menos vida, del recientemente fallecido CARLOS
PACHECO, sino de señalar algo que, en su momento, quise precisar, empero
corría riesgo de ser malinterpretado. Y ni siquiera atañe a este señor, sino al
limbo que en torno a su figura, como consagrado y merecido autor, fue creándose.
Nimbo que hedía a mezquino peloteo cargado de hipócrita arribismo esnob.
Su deceso acentuó este vapor al que aludo,
esperando disiparlo. Si bien se enmarcó/destacó en Marvel dibujando algunas de sus más icónicas figuras, proceso que repitió
en DC Comics (aun alguna
independiente), lo que sus exaltados y repentinos biógrafos resaltaban era que
se trataba del “primer español” en ‘asaltar’ las editoriales norteamericanas.
Negando, por tanto, que hubo antes otros y que desarrollaron, a su vez, una
notoria actividad.
¿Qué ocurre? Con Pacheco siempre ha pasado
lo mismo: el hosanna, el interesado elogio mercenario, el viscoso agasajo cargado
de voluble pelotilleo. Cada vez que he visto una información referente a él, la
ignoraba porque sabía qué iba a encontrar: un cacareo lleno de aplausos que se
repetían en informes similares, aunque variando el orden de los términos empleados,
para fingir era “cosa nueva”.
Los JOSÉ ORTÍZ, LUIS BERMEJO, CARLOS
EZQUERRA, por cita algunos que ahora mismo logro recordar (hasta AZPIRI), nunca
han existido para el común de los mortales. Son los autores “Pre-Pacheco”, los
que, de alguna manera, pudieron hasta allanar el camino al gaditano al sentar
un precedente de calidad, responsabilidad, o talento, que hizo que Marvel o DC acabasen confiando en Pacheco.
Conviene recordar, y honrar como corresponda, a los Pre-Pacheco. Sobre todo, porque pudieron ser quienes, eso es, facilitaron acceso al gran ídolo al mundo editorial foráneo.
Y LUIS BERMEJO merece igual reconocimiento. Que ahora quiera ignorarse a estos autores no es de Pacheco, sino de una pléyade de esnobs "biógrafos" que persigan alguna meta espuria ensalzándole |