viernes, 11 de noviembre de 2022

CARLOS PACHECO TAMBIÉN FALLECE — DOS GRANDES ESTA SEMANA

 

Una muestra de un trabajo de fina
gran calidad, habitual en otro
andaluz que "se hizo las Américas"
como otros en siglos pasados

He demorado publicar este obituario hasta que no me lo han confirmado. Porque la primera noticia la tuve de un artículo periodístico redactado de forma tan torpe y ambigua, desganada/negligente incluso, que sonaba a Inocentada.

[Esto debe resaltarse: el TBO en España es cosa cultural tan tercermundista (y quienes debieran dignificarlo, que ahora hay muchas más formas y plataformas de hacerlo que en décadas pasadas, están tan ocupados discriminando a los autores en si son progres —o sea, guays—, o fachas —al ostracismo— que desprecian hacerlo, pese a que acabará beneficiándoles) que no merece el más mínimo-nimio respeto al respecto. Está la novela gráfica en ON porque le ha dado a las intelligentsias ¡aclamarla!, empero un carajo les importa la historieta per se. Así está escrito el suelto: de tal manera que aportaba datos biográfico-profesionales confusos que delataban su apresurada consulta, pero sin deseo de profundizar más, por luengo complejo educativo.]

Aunque resulta correcto: el gaditano Carlos Pacheco ha fallecido. De ELA, al parecer (vuelvo a remitirme a la deficiente noticia). Creo es la dolencia que se cargó al científico STEPHEN HOPKINS. Me deja perplejo porque es un mal degenerativo que, al parecer, ha actuado con tremenda celeridad en Pacheco. Hopkins aguantó años, permítanme la brusquedad del comentario. Según leí, a Pacheco se lo diagnosticaron en 2020.

Como sea: el “buque insignia” de los dibujantes españoles de superhéroes (porque estoy recordando a autores, pioneros en USA, como LUIS BERMEJO o ESTEBAN MAROTO, que igual sufrieron la tentación de recalar en DC COMICS o MARVEL en su momento) ha partido, y a edad relativamente joven: sesenta años. Seguro aún tenía mucho que darnos. Madurar tiene la ventaja de aportar perspectiva, conocimiento. Su ya vibrante trazo podía alcanzar aún mayores cotas de calidad.

Es gran suerte que estas muestras de su 
habilidad hayan inspirado nuevas generaciones
de dibujantes

Esto me lleva a mi vieja reflexión: advertí en Pacheco que, según se volvía más grandioso gráficamente, su línea se anquilosaba. Como ALEX RAYMOND en las etapas más “adultas” de FLASH GORDON. El dibujo: maravilloso. Pero rígido. El autor se topa con la coyuntura de dar plasticidad (perdiendo naturalidad el trazo, quizás cayendo hacia la caricatura) o ser académico. Pacheco logró el equilibrio, mas después fue perdiéndolo. Lo ganamos sin embargo en habilidad técnica y naturalismo.

Hace años conversé con él; un asunto profesional. Me hubiera gustado seguir charlando, contrastar pareceres respecto a nuestros freakismos y el futuro de la industria y todo eso. Ya, en este plano al menos, va a ser complicado se repita el encuentro. Al menos, nos conforta poder seguir admirando, largo tiempo, su no menos extenso legado gráfico, importante para una legión de nuevos dibujantes.