El exceso como herramienta de la sátira a narrar. La exageración como vehículo de atracción, en contraposición a los estilos más pulidos o académicos mas carentes de vida o plasticidad |
La noticia es tan reciente que casi quema
los dedos, sacada del horno de los tristes sucesos. El inefable (en buen
sentido) dibujante e ilustrador Kevin O´Neill (con frecuencia me habéis leído
escribir elogiosamente de él —pues, ¿no es uno de los autores maestros de mi
estilo?—) acaba de fallecer, al parecer, de “larga enfermedad” (que, si lo
traduzco bien, es cáncer).
[Digresión: cáncer y SIDA son enfermedades curiosas. El cáncer, “esa enfermedad
que ya no mata”, según una imbécil muy
bien situada antaño en los medios de comunicación, se contempla cuan dolencia
plebeya, digna de villanos, proletaria, de gente arrabalera. Empero el SIDA…
amigo, el SIDA es otra cosa. Es un mal de prestigio, glamouroso. Estar
contagiado de SIDA cualquier día “cotiza” en el currículum. Los fallecidos de
SIDA (citemos a FREDDIE MERCURY o GEORGE MICHAEL) pertenecen a un sublime ámbito
del arte o la cultura (no computan los millones anónimos; rivalizan en plebeyez
con los del cáncer) y parece estimarse honroso perecer de SIDA. ¿Quién puñetas
muere de cáncer? Fachas como HUMPREY BOGART, JOHN WAYNE o STEVE MCQUEEN. ¿Dónde
vas a comparar, viejo?]
El primer trabajo que vi de Kevin O fue una
historieta corta de JUDGE DREDD
donde, fieles al rompedor espíritu inquieto-iconoclasta de 2000AD, satirizaban ALIEN.
La protagonista del cuento gráfico tenía (re)marcadísimo parecido con RIPLEY.
Atraído ya por su singular estilo anguloso,
satírico-cómico, no podía sino entusiasmarme verle esbozar MARSHAL LAW, donde se aliaba con otro pater familias del inexorable Juez de Mega City One: PAT MILLS. Crearon
una ironía más cruda y salvaje sobre el Superhéroeverso,
una variedad más… ehh… bastarda… de WATCHMEN.
Mientras ALAN MOORE pormenoriza intelectualmente sobre las entretelas de los
que salvan la Tierra en ajustado chándal colorista, Mills-O´Neill realizaron
labor similar desde óptica también aguda, aunque más gamberra.
¿Objetivo? Decapitar títeres |
Pienso que Kevin O disfrutó dibujando cada
una de esas planchas, ganando en talento para afrontar la más monumental (y
dicen que cada vez más delirante) LA LIGA
DE LOS CABALLEROS EXTRAORDINARIOS y sus veneros.
Existe una interesante miniserie sobre LA CARRERA DE LA MUERTE DEL AÑO 2000
ilustrada por Kevin O. (Espero podamos verla pronto por estos pagos.)
Me apena la nueva y me asusta, porque de “aquellos
grandes” fundacionales de 2000AD no van
quedando tantos. Porras, ¡los siguientes en fallecer no serán MIKE MCMAHON o
BRIAN BOLLAND, ¿verdad?!
Quizás ahora Kevin O, en el Parnaso, dibuja angulosos angelitos cínicos que usan armas de devastación masiva para sofocar sublevaciones procedentes del Infierno…