martes, 8 de noviembre de 2022

KEVIN O´NEILL NOS DEJA — SÚBITO OBITUARIO

 

El exceso como herramienta de la sátira
a narrar. La exageración como vehículo
de atracción, en contraposición a los
estilos más pulidos o académicos mas
carentes de vida o plasticidad

La noticia es tan reciente que casi quema los dedos, sacada del horno de los tristes sucesos. El inefable (en buen sentido) dibujante e ilustrador Kevin O´Neill (con frecuencia me habéis leído escribir elogiosamente de él —pues, ¿no es uno de los autores maestros de mi estilo?—) acaba de fallecer, al parecer, de “larga enfermedad” (que, si lo traduzco bien, es cáncer).

[Digresión: cáncer y SIDA son enfermedades curiosas. El cáncer, “esa enfermedad que ya no mata”, según una imbécil muy bien situada antaño en los medios de comunicación, se contempla cuan dolencia plebeya, digna de villanos, proletaria, de gente arrabalera. Empero el SIDA… amigo, el SIDA es otra cosa. Es un mal de prestigio, glamouroso. Estar contagiado de SIDA cualquier día “cotiza” en el currículum. Los fallecidos de SIDA (citemos a FREDDIE MERCURY o GEORGE MICHAEL) pertenecen a un sublime ámbito del arte o la cultura (no computan los millones anónimos; rivalizan en plebeyez con los del cáncer) y parece estimarse honroso perecer de SIDA. ¿Quién puñetas muere de cáncer? Fachas como HUMPREY BOGART, JOHN WAYNE o STEVE MCQUEEN. ¿Dónde vas a comparar, viejo?]

El primer trabajo que vi de Kevin O fue una historieta corta de JUDGE DREDD donde, fieles al rompedor espíritu inquieto-iconoclasta de 2000AD, satirizaban ALIEN. La protagonista del cuento gráfico tenía (re)marcadísimo parecido con RIPLEY.

Atraído ya por su singular estilo anguloso, satírico-cómico, no podía sino entusiasmarme verle esbozar MARSHAL LAW, donde se aliaba con otro pater familias del inexorable Juez de Mega City One: PAT MILLS. Crearon una ironía más cruda y salvaje sobre el Superhéroeverso, una variedad más… ehh… bastarda… de WATCHMEN. Mientras ALAN MOORE pormenoriza intelectualmente sobre las entretelas de los que salvan la Tierra en ajustado chándal colorista, Mills-O´Neill realizaron labor similar desde óptica también aguda, aunque más gamberra.

¿Objetivo? Decapitar títeres

Pienso que Kevin O disfrutó dibujando cada una de esas planchas, ganando en talento para afrontar la más monumental (y dicen que cada vez más delirante) LA LIGA DE LOS CABALLEROS EXTRAORDINARIOS y sus veneros.

Existe una interesante miniserie sobre LA CARRERA DE LA MUERTE DEL AÑO 2000 ilustrada por Kevin O. (Espero podamos verla pronto por estos pagos.)

Me apena la nueva y me asusta, porque de “aquellos grandes” fundacionales de 2000AD no van quedando tantos. Porras, ¡los siguientes en fallecer no serán MIKE MCMAHON o BRIAN BOLLAND, ¿verdad?!

Quizás ahora Kevin O, en el Parnaso, dibuja angulosos angelitos cínicos que usan armas de devastación masiva para sofocar sublevaciones procedentes del Infierno…