Estoy deseando ver el resultado final para el cual solicitaron mi trabajo |
La ilustración adjunta al texto es un
encargo que me han hecho recientemente; el motivo: “tú dibujas mejor que nadie
las tías buenas” (literal). Bueno: es un exagerado elogio (que mi amor propio
artístico acepta con mucho agrado, empero), porque hay otros dibujantes capaces
de hacer un trabajo hasta más excelente que el que muestro.
Sin embargo, el resultado ha sido muy
satisfactorio, complace al patrón, y me alegra saber me consideran entre una
distinguida elite gráfica.
Y para darle algo de polémica sustancia al
comentario, para que no quede tan escuálido, la somera reflexión sobre unos
premios que todos consideran inadecuados, sosos e innecesarios, celebración
para una minoría privilegiada que no gana su sueldo merced a su esfuerzo o
talento, sino por su capacidad para arrastrarse como inmundas boas por
determinados despachos ministeriales, o de partido político concreto.
Tooodooos los años, los bigardos “actores”
y “actrices” que pisan la tarima de los sobrevalorados e inútiles “Premios
Goya” se descargan contra la reaccionaria Derecha de manera harto indignante (y antidemocrática) en
comentarios excesivos que empuercan la celebración de un Arte tal cual es. Va
con la subvención “mendigada”
a un dictatorial “progresismo”
agresivo, irracional, que criminaliza a sus críticos. Empiezan ya a satanizar
incluso a quienes, de su cuerda, descubren las monstruosidades
que están perpetrando con completa impunidad.
Y he notado, que esta inmunda caterva de “actores/actrices”,
tan comprometidos y pacifistas siempre, no han dicho una sola puñetera palabra
contra la actual guerra (comunista, como quien les subvenciona de otro modo) en
Ukrania, y, de hacerlo hecho, sin duda fue con la más pequeña de las boquitas. No
sea perdamos el estipendio en rublos rojos. Se han descargado, mercenarios, contra
la sanidad privada, porque eso les han exigido los de las subvenciones,
sin siquiera solidarizarse, ellos, “los/as comprometidos/as”, con las víctimas
del terrible terremoto de Siria y Turquía. Ya saben: son de esas tragedias que
se mueren por abanderar, para manifestar cuán sensible es su “sensibilidad
progresista” mierdosa.
¿Cómo se llama eso? HIPOCRESÍA. Qué basura de cine e intérpretes genera España. Cómo consiguen indignar a la gente honesta de bien.