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| Razonada fábula que apela a un argumento entonces poco manido: la dictadura conservadora. Raro que ALAN MOORE, hombre culto, no hablase de las de izquierdas. Ese pelaje político, Alan... |
Por mor de su ideología, ALAN MOORE centró su distopía ácrata en el derrumbe de una
dictadura conservadora que él mismo describe gobernada por un inepto, una
figura zumbada por la magnitud de su presunto poder, cuando otros son los que
manejan los hilos en su nombre.
Les ampara saber que si todo se tuerce el
Líder pagará las culpas. El misterioso V empero se encarga de que ésos paguen
sus culpas. De hecho, el Líder elude su expeditiva justicia. Tiene un inesperado
agente ejecutor.
Siempre hoy critico lo mismo de V DE
VENDETTA: la creencia de que una “sociedad asamblearia anarquista” es
absolutamente inviable. Moore lo cree. Está tan abismado en su fábula (por el
desengaño que le produjo el Partido Laborista inglés; y a los conservadores
jamás les votaría) que lo ve posible. Acude a saraos ácratas como un gurú donde
predica alucinadas perogrulladas. Moore, el Gran Desencantado de Todo, parece
ahora especializado en decir profundas tontadas.
Y repito: Moore (y quienes piensan que V
de Vendetta es un Manual para instaurar un sistema político alternativo) siempre
desdeñó el Factor Humano: me refiero a la ambición, el hambre de poder, la acumulación
de riqueza personal, al persuasivo demagogo que se rodea de una camarilla y sobre las bases de la Asamblearia Democracia Ácrata impone
SU gobierno, antesala de una dictadura.
Tiene el poder, lo mantienen sujetos que
comparten sus ambiciones, puede ejercer la fuerza y presión que quiera para perpetuarse
en el gobierno… como sea, por cuanto sea. Eso no lo ven Moore (y sus exégetas).
Peor: no quieren verlo.
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| El misterioso (y teatral) V hace un repaso a la Historia, sacándole las vergüenzas. Empero, tu programa político, ¿qué dictadores crearía...? |
Esa utópica Sociedad Asamblearia Ácrata,
descubierta la tergiversación de sus principios por los demás asamblearios, ¿va
a entrar en una espiral total de guerras civiles ácratas, a remover cada ¿seis
meses? un gobierno porque piensan que incumple sus promesas, estanca los
avances? ¿Qué clase de sociedad puede mantenerse en ese permanente estado de sublevación?
¿Qué va a plantar? ¿Construir?
No digo que lo que tenemos ahora sea
perfecto; dista enormemente de serlo. Pero al menos tiene un cierto sustrato
coherente; unas bases firmes. Lo que sí deberíamos es concentrar nuestros
esfuerzos en eliminar sus lacras y conseguir que todo funcione con la decencia y corrección esperadas.
Eso implica al ciudadano. Que rechaza enredarse.
Desde luego, la Asamblearia Ácrata imposible
puede funcionar. Nacería ya corrupta, expuesta a demagogos y espabilados que
encauzarían unas reclamaciones, más/menos legítimas, para granjearse el favor
del populux al que luego traicionaría, esclavizaría.
Remember, remember… Es fantasía irrealizable.
