Una de sus tantas versiones, aunque la más frecuente como suele vérsele |
…de “la frontera” es FORSON, JOHN, o JOHANNES,
jefe de los JINETES SALVAJES y VÂRCOLAC por la gracia del Infierno del que,
presuntamente, ha escapado para ser terror, angustia y pesadilla de los
POSTÉPICOS que, en conjunto, suponen el rol de personajes sobre los que escribo,
esa otra suerte de marginados por distintas causas.
Forson nació hace muchos años para una
narración titulada FROM WEST.
Irrumpió con fuerza, desde el primer momento, y dispuesto a perdurar. Todos los
héroes necesitan su contrapartida, y pletórica en poderes, para que ellos se
revaliden y nos demuestren que podemos vencer las adversidades de la vida, a
nuestros Forson.
Su imagen gótica (original) voló (¡menos
mal!) en LAS GRAVES PLANICIES
(necesitaba un malo, pero uno de verdad. Y teniéndole a él, ¿a qué inventarme
otro?) y su siniestra leyenda creció exponencialmente cuando compareció junto a
su hermana LIANA. Otra prenda buena. Se desprendió de telarañas y calcomanías
estilo Manderley para transformarse
en fiera feroz de apetitos indescriptibles, casi insaciables.
Y, pese a todo, Forson es el más plano de
mis personajes. Es primario, básico, instintivo. No tiene las revueltas de los
demás, que les demuestran poblados de facetas, contradicciones, ambigüedades,
dudas. Y no me molesta esta “atonía” de Forson, que comparte Liana. Es un valor
seguro (sólo eso necesito saber) y su simpleza agiliza las cosas. Un ejemplo:
su salvaje presencia en LA ROCA TARPEYA.
Pura crueldad.
En el horizonte está su enfrentamiento
con Terhli, de la mano de Liana, la amante de él.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/