miércoles, 17 de septiembre de 2014

LOS AMBIGUOS DE OZ — ¿HAY TOMATE?

¡Qué vigioroso pecholata! ¿Será todo igual de consistente?
¿Lo averiguamos?, replica el sonriente HOMBRE DE HOJALATA
La foto no evita intuir romance entre entes fantásticos tan dispares como el ESPANTAPÁJAROS (similar a precoz versión de JACK SKELLINTONG) y el HOMBRE DE HOJALATA. Esa mirada, la sonrisa, el sutil tanteo es tela… sos-pichoso, en voz del irreverente FORD FAIRLANE.

E induce una traviesa reflexión sobre si hay, o no, “otra lectura” en la obra de FRANK L. BAUM. Pensémoslo: el MAGO DE OZ es un hombrecillo que parece terrible siempre que permanezca detrás de la cortina… ¿un símil del ‘armario’ que oculta presuntos heteroX cuya orientación sexual finalmente está situada en las antípodas?... tiene esa doble identidad… ogro, personajillo…

Y el filme… protagonizado por una JUDY GARLAND, icono del travestismo y los homoX de Década 40 y 50… y siendo EL Mago de Oz un musical… género que, sea o no cierto, “pertenece” a “los ambientes”… Vaya, vaya. Todo sugiere que, en una presunta obra infantil inocente/inofensiva, que presumiblemente no tiene más que lo que cuenta, quáter, ¡aquí hay tomate!

¿Debemos pensar mal (no, no; ¡es excesivo!) de quienes veneran esa novela, la cinta…?

Porque, a ese paso, ¡hasta puede haber historia en LA HISTORIA INTERMINABLE!

Vuestro Scriptor.