¡Qué vigioroso pecholata! ¿Será todo igual de consistente? ¿Lo averiguamos?, replica el sonriente HOMBRE DE HOJALATA |
La foto no evita intuir romance entre
entes fantásticos tan dispares como el ESPANTAPÁJAROS (similar a precoz versión
de JACK SKELLINTONG) y el HOMBRE DE HOJALATA. Esa mirada, la sonrisa, el sutil
tanteo es tela… sos-pichoso, en voz del irreverente FORD FAIRLANE.
E induce una traviesa reflexión sobre si
hay, o no, “otra lectura” en la obra de FRANK L. BAUM. Pensémoslo: el MAGO DE
OZ es un hombrecillo que parece terrible siempre que permanezca detrás de la
cortina… ¿un símil del ‘armario’ que oculta presuntos heteroX cuya orientación
sexual finalmente está situada en las antípodas?... tiene esa doble identidad…
ogro, personajillo…
Y el filme… protagonizado por una JUDY
GARLAND, icono del travestismo y los homoX de Década 40 y 50… y siendo EL Mago de Oz un musical… género que,
sea o no cierto, “pertenece” a “los ambientes”… Vaya, vaya. Todo sugiere que,
en una presunta obra infantil inocente/inofensiva, que presumiblemente no tiene
más que lo que cuenta, quáter, ¡aquí
hay tomate!
¿Debemos pensar mal (no, no; ¡es excesivo!)
de quienes veneran esa novela, la cinta…?
Porque, a ese paso, ¡hasta puede haber historia en LA HISTORIA INTERMINABLE!
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/