viernes, 8 de enero de 2016

BIANCA BLAZE

Y si queréis saber cómo puede desenvolverse en situaciones así, id aquí
Poéticamente hablando, todas las grandes ideas forman una inmensa masa nebulosa flameante dentro del cerebro; estallan en su interior constantes fulgurantes relámpagos que desprenden luces de gamas diversas. Ese gas lucha por condensarse, hacerse sustancia, constituir materia, tal como ocurriera con el Sol en su primitivo origen.

Esto pasó con Bianca Blaze; desde el verano de 2012, suponía una masa efervescente de energía que fue adquiriendo forma según la trabajaba en su concepción recuperada de TERHLI TERANAMI. Ocurría algo, sin embargo, con Terhli. Funcionaba, pero no a pleno rendimiento, ni ofreciendo cuanto sé que es capaz de dar.

Entonces ocurrió una especie de Big Bang inverso: en vez de irradiar luz hacia todos los puntos del compás tras una colosal explosión, colapsó. Esta inmensa energía no se trocó agujero negro, sino que se refundió en un ente nuevo: Bianca Blaze. Sabía que cambiar su nombre era capital. Y el catalizador fue el EMPERADOR CATACUMBA.

Todos los grandes héroes necesitan un supervillano a su altura; merced al contraste, suelen ser quienes les conforman, definen. Sacan lo mejor, o peor, de los paladines. El nacimiento del Emperador Catacumba, un prepotente cráneo embrujado con amplios conocimientos de hechicería y “macánica” steampunk, produjo la eclosión de Bianca Blaze. ¡Había hallado su lugar! ¡Su leitmotiv! El ucrosteampunk 1805 DC del Sacro Imperio Católico Hispánico, un concepto que había desarrollado, hace años, para una novela de género steampunk, ¡aportaría el trasfondo cultural y sociopolítico!

Tenía el vasto escenario; tenía al villano (y una cohorte de secuaces —como el DR. GOTIK del bosquejo, émulo de FRANKENSTEIN y su MONSTRUO— incrementada por JOHANNES y LIANA FORSON y sus sicarios, los HERMANOS FÁTIMA); tenía el marco espaciotemporal. Mientras Terhli dependía de parodiar cosas, Bianca Blaze era ¡original! ¡Genuina! (Tanto como pueda ser una historia mil veces contada, con otro manto.) Tenía campo para explorar y cimentar su propia leyenda urbana. Y es lo que más me atrae de Bianca Blaze.

Todo está por descubrir; por construir. Y está siendo un ejercicio sumamente divertido.