DOMINGO SANTOS (sin parentesco) por si les interesa conocer su apariencia. Bastante le debe la ciencia ficción española. Espero se lo haya reconocido merecidamente |
A comienzos del mes presente sucedió la
muerte del que, espero no equivocarme, podríamos considerar el SAN ISAAC ASIMOV
de la ciencia ficción patria. Cuantos estamos medio versados en el género podemos
constatar su presencia en las traducciones de numerosos libros. A bote pronto, cito
los de la saga de EL MUNDO DEL RÍO,
que tanta influencia en general han tenido en mi propia y mucho más modesta
producción.
Así que también le debo algo a este señor,
en gran medida empiezo a intuir, sobre mi formación como escritor. No sabemos qué
complicada concatenación de elementos lleva a una editorial a adquirir los
derechos de determinadas obras. Pero, en el fondo, sin la traducción de Domingo
Santos (sin parentesco), no habría conocido la saga de PHILIP JOSÉ FARMER y
cómo me proyectó a un Universo (literario) de recursos mucho más amplio y
audaz.
Santos no se resistió a publicar los pulps de bolsillo popularmente conocidos
como “novelas de a duro” bajo pseudónimo. Y lo hizo, al parecer, de manera
fluente. Lo que sucede con los escritores DE VERDAD, no los vanidosos
atrincherados en su imbecilidad elitista que consideran que se debe escribir “un
ratito, como debe ser”. No, señores. Se escribe, o no se escribe. No un ratito.
Lo que se pueda, o las horas que haga falta. Lo de “un ratito” es para moñas travestidos
presuntuosos del gótico.
Una de sus tantas obras; ésta, sin pseudónimo |
Ahora reparo en que soy de quienes
consideraban que ver su nombre en la línea de la Traducción de una novela era sinónimo de calidad. Merecía la pena
la obra, vaya. Debido a lo amplio de la producción, a lo particular de los
gustos, quizás no todas las novelas que ostenten su nombre pues sean, o nos
parezcan, buenas. Sin embargo: esto es así. Empero estaba esa sensación de
seguridad, como confianza, de que, sí, ajá: lo era.
También de nuevo gracias por todo y espero
que en el Más Allá
(de la Cúpula del Trueno)
continúe su labor pero ahora con una
perspectiva mucho más grandiosa. Estelar.