domingo, 11 de noviembre de 2018

OTRO OBITUARIO — FALLECIÓ DOMINGO SANTOS

DOMINGO SANTOS (sin parentesco) por si
les interesa conocer su apariencia. Bastante le
debe la ciencia ficción española. Espero se lo
haya reconocido merecidamente

A comienzos del mes presente sucedió la muerte del que, espero no equivocarme, podríamos considerar el SAN ISAAC ASIMOV de la ciencia ficción patria. Cuantos estamos medio versados en el género podemos constatar su presencia en las traducciones de numerosos libros. A bote pronto, cito los de la saga de EL MUNDO DEL RÍO, que tanta influencia en general han tenido en mi propia y mucho más modesta producción.

Así que también le debo algo a este señor, en gran medida empiezo a intuir, sobre mi formación como escritor. No sabemos qué complicada concatenación de elementos lleva a una editorial a adquirir los derechos de determinadas obras. Pero, en el fondo, sin la traducción de Domingo Santos (sin parentesco), no habría conocido la saga de PHILIP JOSÉ FARMER y cómo me proyectó a un Universo (literario) de recursos mucho más amplio y audaz.

Santos no se resistió a publicar los pulps de bolsillo popularmente conocidos como “novelas de a duro” bajo pseudónimo. Y lo hizo, al parecer, de manera fluente. Lo que sucede con los escritores DE VERDAD, no los vanidosos atrincherados en su imbecilidad elitista que consideran que se debe escribir “un ratito, como debe ser”. No, señores. Se escribe, o no se escribe. No un ratito. Lo que se pueda, o las horas que haga falta. Lo de “un ratito” es para moñas travestidos presuntuosos del gótico.

Una de sus tantas obras; ésta, sin
pseudónimo
Ahora reparo en que soy de quienes consideraban que ver su nombre en la línea de la Traducción de una novela era sinónimo de calidad. Merecía la pena la obra, vaya. Debido a lo amplio de la producción, a lo particular de los gustos, quizás no todas las novelas que ostenten su nombre pues sean, o nos parezcan, buenas. Sin embargo: esto es así. Empero estaba esa sensación de seguridad, como confianza, de que, sí, ajá: lo era.

También de nuevo gracias por todo y espero que en el Más Allá

(de la Cúpula del Trueno)

continúe su labor pero ahora con una perspectiva mucho más grandiosa. Estelar.