lunes, 5 de noviembre de 2018

REMEMBER, REMEMBER… — ES FICCIÓN

Una imagen que se me antoja hoy alegórica:
¿envuelve el hombre misterioso de siniestras
intenciones a una cándida inocencia a la que
aturde con un programa político perverso,
también perverso, en el fondo?
(Por cierto: ¡qué película más mala!)

Un año más recordamos el fallido intento del mercenario GUY FAWKES (a sueldo del Imperio Español) de volar el Parlamento británico por los aires. Hasta que ALAN MOORE y DAVID LLOYD no “airearon” la cuestión en la ahora novela gráfica V DE VENDETTA, sospecho que era otro de los grandes sucesos históricos, de relevancia local, sin duda, empero no mundial, que pasarían por tanto desapercibido para el común de los mortales.

V de Vendetta también lleva su defecto en las entrañas, a saber: se concibe desde el buenista supuesto de que la comunidad en pleno será consecuente y respetuosa; velará por controlar los abusos, la corrupción, las injusticias. El defecto de la obra es que no contempla que el ser humano sin embargo tiende a todo esto. Una vez en el poder, pese a ser elegido en comicios plurales y sin presiones (imaginemos que eso sea posible), la envidia, la ambición, distintas ansias de poder, en nuestro ADN fuertemente incrustadas, harían variar la situación (bajo pretextos de “emergencias”) y un grupo de próximos al electo velarían, a cambio de privilegios, por mantener el “nuevo orden”, que, bajo esta férula ya corrupta (son ejemplo la Revolución Francesa, la Revolución Rusa, toda la parafernalia de opresivas y antidemocráticas repúblicas —o sea, los gobiernos modernos y feministas— comunistas), terminaría transformado en el “caduco orden”.

Así que… remember, remember… somos falibles. El espíritu está presto, pero la carne… No hay recetas mágicas ni gobiernos que cumplan sus promesas.