Peazo portada que se basó en un pobre boceto que me atreví a enviar al editor. Digna promoción de un peliculón que casi llegó a ser esta novela |
No perseguía ninguna intención específica
al escribir Las graves planicies, mi
sentido homenaje al Pulp, publicada
hace diez años. Tenía una historia divertida in mente, contada por la antítesis del bizarro JOHN CARTER (con
quien, acaso, comparte la fanfarronería), o sea: ALEX HIDALGO es cobarde,
bravucón y mujeriego. Teniendo empero un gigantesco y productivo escenario como
Marsoon, y obsesionado, eso sí, con la idea de a dónde terminan los mitos e
iconos cuando dejan de ser actualidad (porque las leyendas nunca mueren; quizás
sean como la energía: se transforman), empecé a alojar a queridos iconos de la
CultuPulp en Marsoon. Residiendo en Caer Hidalgo, presididos por el Aventurero
Supremo: ¡DOC SAV(AGE)!, a quien auxilian figuras portentosas como EL SOMBRÍO, JAN
DE BACKSTROKE, MONTANA JONES o el siniestro misántropo racista que se hace
llamar MAX.
Y todos ellos amenazados de muerte por la
exótica fauna y flora de Marsoon, por no hablar de los beligerantes (y
xenófobos) YLOHIS (o COBRES) y ROSSUM
(los CAQUIS), añadida la amenaza
desconocida de LOS GRISES, tercera especie regente de Marsoon.
Y, si eso no bastaba, ¡aparecen los HERMANOS
FORSON! (Aunque sin los HERMANOS FÁTIMA. Menos mal.)
Tras embalarlo todo, lo envié a concurso.
Quedó finalista del Premio Minotauro el
año en que el escándalo sobre el ganador fue tan mayúsculo como imposible de
tapar.
Sin embargo, me venció el exotismo de
Marsoon; pronto dejó de ser una divertida parodia de UNA PRINCESA DE MARTE para convertirse en un individuo propio,
único, con aliento característico. Humor, acción, reflexión, reseña. Con una
inmensa ventaja: mientras que BURROUGHS era un afortunado chapucero que
aprovechó una específica coyuntura cultural del siglo XX, yo he ido cerrando,
ampliando, desarrollando, aspecto esenciales de la religión, cultura, economía
y psicología de los habitantes de Marsoon. Poco queda al descuido.
Y cada historia amplía un poco más todos estos horizontes. Si no, preguntádselo a BIANCA BLAZE. Ahora está allí.