domingo, 8 de agosto de 2021

CUÉNTASELO A KITTY GENOVESE, JOHN WAYNE

 

Olvidada obra maestra de
CLINT EASTWOOD, incluso
acaso una previa inmersión del
cineasta en el fantástico

INFIERNO DE COBARDES arrastra curiosa anécdota. CLINT EASTWOOD (cuentan) escribió al Cowboy Por Excelencia, el DUKE John Wayne, una entusiástica carta en la cual le proponía participasen en un western. El Duke parece ignoró esta misiva, empero tras ver HIGH PLAINS DRIFTER dirigió a Eastwood, que bien podemos considerar su Reverso Tenebroso (por ser el primer antihéroe del Oeste que mataba a sangre fría —recalcaron en su momento—), una brusca epístola en la cual deploraba el argumento de la mencionada película.

ERNEST TIDYMAN, autor del guión (así debe escribirse esta palabra, con tilde; no con esta moderna mariconada de negársela; sin ella aparece con tal desnudez que roza la más patética insignificancia. ¡Revelaos, escritores! ¡Seguid poniendo tilde a las que se la han borrado, quitándosela a la que se lo han puesto por capricho, como “super”!), comentó que desarrolló la trama rememorando el asesinato de Kitty Genovese, a quien cosieron a puñaladas ante la impasividad de sus vecinos. Tampoco nadie llamó a la policía.

El Duke afeaba a Eastwood el que la población de Lago contemplase la cruel muerte del SHERIFF DUNCAN sin intentar impedirla. Norteamérica (más/menos destacó) es nación de buenos vecinos, donde estas tropelías no se toleran, blablablá. Propaganda en el fondo sobre dudosas excelencias del país de la tarta de manzanas. Bueno, John, cuéntaselo a Kitty Genovese. Mira qué magníficos vecinos tenía.

Por otra parte, el Duke estaba cometiendo una hipocresía difícil de obviar. Sólo hay que ver su EL DORADO, o RÍO BRAVO, o EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE: la población bien acurricadita que estaba ante su chimenea, mirando arder carbón o leña, mientras al sheriff (o quien fuese) pensaban freírlo a tiros. Y no hablemos de CHISUM, la ucrónica recreación fantabulosa del mito del bujarrón (esto lo creo falso) de BILLY EL NIÑO (hay constancia de sus proezas con muchachas mejicanas), como otro estigma épico norteamericano sobre su “buen” bandolerismo. ¿Qué hicieron en Lincoln contra las tropelías del Círculo de Santa Fe? Pues lo que en Lago, Duke. ¿Eso fue digno paradigma de “una nación de buenos vecinos”? Porque hay otro más, en el clásico SOLO ANTE EL PELIGRO. Todos dan la espalda al apurado GARY COOPER…