domingo, 22 de agosto de 2021

EL ROBBITH — MI NUEVO CUENTO EN SITIO DE CIENCIA FICCIÓN

 

Breve anticipo del relato, destacado por este
conveniente cartel del enfurruñado personaje

Estando la cosa como está, bien agradecido me siento porque Sitio de Ciencia Ficción (el único portal, web, espacio, como se defina actualmente, que se arriesga con mis historias) me honre acogiendo entre sus salones literarios esta recienta aportación mía a la ciencia ficción distópica y que se añade al complejo entramado ficticio que empezó, en 2010, con RECALIBRADOS, donde un mundo contaminado a extremos irreversibles era escenario de una investigación policial hard boiled donde las mentiras, dobleces y falsedades componían una añadida sucesión de muros a los que levanta, de por sí, la indagación.

Dominándola, el enigmático GABRIEL T, concebido de golpe, sin planificación, y que ha acabado siendo pieza clave de su Faceta del Prisma Universo… con inquietantes ramificaciones en las restantes, de modo más/menos agresivo.

Este cuento, El Robbith, tiene su historia, su génesis. De momento empero señalo que es precuela de SOGUETTO (donde Gabriel se explaya sobre sí y sus motivos), formando parte de ROAD TO SOGUETTO, serial que publiqué en Una historia de la frontera en 2017. Siendo continuación del relato-prólogo, VÍCTIMAS, Road to Soguetto pretendía pormenorizar las complicaciones del viaje que emprendían estos fugitivos hasta llegar al inefable Soguetto.

Hay una referencia a este libro
en el texto. Admito que fuerte
influencia me ha producido.
De hecho, gran parte de
GABRIEL T sale de él; pone el
brumoso 'ideario terrorista' y sus
contradicciones donde vive
El Robbith es otra pausa que hacen los protagonistas (tras huir apaleados de Montreal) antes de zambullirse en el terrible apartadero.

Imaginé El Robbith cuando, al pasar ante una librería “alternativa” (o progre) vi que vendían un librito titulado MANOLITO Y SU MUÑECA, o algo parecido (no pienso promocionar semejante texto, la verdad), y de golpe ideé que había una circunstancia en que a los niños (extremando este bárbaro disparate de la igualdad y el entronamiento de los colectivos LVADORA) les OBLIGABAN a jugar con muñecas, pese a ODIARLO. Un entramado de embarazos sociales se agazapaba tras este supuesto, como la exclusión social (tan fanatizada estaba dicha Sociedad) de aquél, o su familia, que se negase a “seguir la preceptiva norma educativa paritaria”.

¿Dónde podía desarrollar coherentemente tal relato? En el Prisma Universo de Soguetto, por supuesto. Allí estaba preparado el ladino Gabriel para relatarlo.

Aquí, el resultado: una Sociedad gobernada por un pánico que suprime sus propios instintos, manado de un Totalitarismo instaurado por quienes prometieron traer la libertad, en medio de la venganza de Gabriel durante su eterno pugilato con FUERZA, la IA global gobernante.