domingo, 17 de abril de 2022

EL TRUENO AZUL — Y LOS MURPHY MECANIZADOS

 

Afiche. Jugaba con el misterio y
el posterior impacto de los recursos
que el helicóptero mostraba, arma
de doble filo. Porque se destinó a
un objetivo que luego perjudicó
a sus creadores al emplear esos
impresionantes medios en su contra

Otra película clave de los 80, década-caudal en apariencia infinito de fantasía y maravilla. Casi cuanto ha venido después o son secuelas o se inspiran en filmes de entonces. Está la cosa de sequía.

Esta cinta y ROBOCOP están vinculadas en más de un aspecto. Empecemos: los protagonistas, policías, se apellidan Murphy. Ambos Murphy acaban dentro de corazas de alta tecnología (la más puntera del momento). Sus compañeros de la policía les agreden. El comentarista de los noticiarios de TV es el mismo. Se enfrentan a una conspiración de largo alcance. Una busca el control policial de la población, la otra mediante tejemanejes corporativos. Más/menos, objetivos similares. Estos elementos conspirativos crean circunstancias sociales que justifican la introducción de su "agente invencible" contra el crimen.

Hecha esta comparativa, nos queda una trepidante cinta de acción con memorable duelo aéreo entre helicópteros. Leyenda del cine y éxito de taquilla que amenazan arruinar con una secuela (oh, no) que, por supuesto, será más una exhibición de inclusiones que contar una historia con concretos y dinámicos elementos impregnados de reflexión.

O sea: lo que hacen los auténticos buenos relatos, ajenos a modas o modernos prejuicios.

Lo que sorprende de estas películas, para ir terminando, es la ausencia de celulares e internet, tan abundantes y absorbentes en nuestra cotidianeidad. Eso sí: fumaban como carreteros, sin que eso implicase el actual apoqueclipse caníbal de una Zoociedad muy manipulada y estigmatizada por los mensajes “ecolo-sanitarios” destinados a controlar hasta el aspecto más mínimo-nimio de nuestra intimidad.