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| Una muestra de su diversificación. Ese algo agarra al primer vistazo y ya no te abandona. Tardaremos en encontrar otro Autor con una impronta tan genial y marcada |
De siempre (cuando adquieres cierta edad y
empiezas a fijarte en esos detalles, esto es), el trabajo del difunto Drew
Struzan (13 de Octubre) ha estado conmigo… nosotros. Era ese Arte (con a
mayúscula) que arrobaba y disparaba la imaginación admirando la cartelera que anunciaba
ese excitante estreno de nuestra juventud.
Struzan debía competir con otros estupendos
ilustradores y el montaje de Photoshop hoy día imperante. Bien pronto serán composiciones
de IA, si no ya. Empero su trazo tenía algo (huella, estilo, firma,
sigul…) característico (perentorio en todo autor que se respete) que lograba
destacara sobre los demás; retenerle en tu aprecio y admiración. Seguir su
trabajo me ha llevado a descubrir cuántos autores le imitan, aunque tienen el suficiente
amor propio como para no calcarle. Eso sería obsceno.
En redes sociales han publicado distintos
homenajes más/menos elaborados o sentidos. He apreciado no obstante que ¡elogiar!
a Struzan ahora es bastante postureo, homenaje forzado por la circunstancia, querer
hacerse notar. Los que me seguís sabéis que con frecuencia he ¡ensalzado! el Arte
de Struzan.
Este obituario por tanto en nada es mercenario
u oportunista, como los que subrayo. Cuando estaba vivo y produciendo su
impactante Arte, no leía los comentarios que ahora plagan… o plagaban, las
redes sociales. Igual admiración merecía entonces, ¿verdad?
Vi hace años un reportaje sobre su labor
(así fue como supe quién era el Autor tras las espectaculares pinturas de Star
Wars… y demás películas que ilustró) e incluso de ese compacto modo
consiguió enseñarme cosas. Aplicadas a mi labor, realicé avances. Un salto cualitativo.
Agradezco la lección y, pese a la triste nueva, puede confortarnos saber que seguiremos deleitándonos con la contemplación de su ingente producción.
