martes, 23 de abril de 2013

CHINCHETHEAD

¡Dale duro, reina! Le gusta

Detesto el cine de terror; empero, constituye un peldaño sólido para empezar una carrera cinematográfica. Ejemplos dan SAM RAIMI o PETER JACKSON. Sólo precisa una espuerta de vísceras sanguinolentas, varios planos interesantes, una “gritona” y otra tía buena para “morbificar” la cosa. El público, ávido de guarrerías sin demasiadas complicaciones, colaborará aun con entusiasmo. Pero, no; no me pone ese género.

Y el que no trago de ningún modo es el de zombies. En THE TALKING DEAD intenté mofarme del engendro, destacar todas sus encomiadas estupideces. Pero me causaba tal repulsión y cansancio que mis letras manifestaron una total falta de entusiasmo.

El zine de zombies es el rey de la estulticia. Y que nuestra Sociedad le haya erigido panteones es sigul de lo mal que está. Casi de pegarle un tiro en la nuca y que deje de sufrir. No entiendo cómo ese zine consigue tales adhesiones. Y no me engañan las presuntas zalamerías socio-político-religiosas que quieren verle, el presunto elemento de crítica. Bobadas. Sandeces. Ganas de hacerse el “políticamente interesante” para que la recua te acepte.

Me recomendaron vivamente ZOMBIES PARTY. Para zombies, desde luego, y party-rles las rodillas después. Para cráneos sin sesos y aspiraciones profesionales o personales nulas. Definirla “para espectadores poco exigentes” es elogiarla aún. Vaya basura. Huye de ella como del Diablo, hijo.

En resumen: Terhli expone mi punto de vista de forma más gráfica.

Vuestro Scriptor.