¿De qué me sirve “saber” que la
historieta que dibujé titulada DR.
MANJATAN, de JAVIER PUEBLA, está presuntamente enmarcada y colocada en su
sala de estar? No me rinde ningún beneficio. (Pero, que conste: de ser cierto, aprecio el detalle.) ¿Voy a incluir semejante estupidez
en mi currículum? Las “puertas de la fama” no se me han abierto. Es posible que
esas planchas ni estén donde dicen, en la forma mencionada. Igual se pudren
dentro de una carpeta, o en el fondo de un baúl; fueron a la basura. Qué
importa.
Sólo sé cierto que no me han producido
ninguna mejora. Sí merma. No hay empleo, ni encargo, ni atraen la atención de
otros que pudieran sentirse interesados en mi labor y decidieran invertir en
algún proyecto. Hice aquello en espera de todo eso. En vano.
A cambio de ese esfuerzo, lo máximo
recibido ha sido esta “palmadita en la espalda” del “enmarcadas-colgadas en la
sala de estar”. Que no rinde. Totalmente absurdo. Ilusorio.
Pero hay una persona que por ese trabajo
mío sí ha recibido recompensa. Y grande. Lo admito: supo jugar astutamente sus
cartas. Cebó con inteligencia mis necesidades y las aprovechó en su beneficio. De
él sí Puebla escribe artículos laudatorios. Y, gracias a mis páginas, le busca
la vida. La indecencia cumbre viene cuando afirma que Puebla “está pensando”
darme trabajo en su diario; hacer una novela gráfica. Venga ya. Jamás hubo esa
intención; era el epílogo a la “palmadita de espalda”. ¿La has recibido? Cómo
mola, ¿no? Pues sigue tirando. Que los méritos auténticos los disfruto yo.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/