jueves, 19 de septiembre de 2013

CARICATURAS

Como el escritor, todo dibujante que se respete debe tener registros... y los demás recordar
que la caricatura puede ser un dispositivo de venganza de muy largo alcance. GOYA, de
forma sardónica, satirizaba a los personajes que le caían mal en sus lienzos. Y pasaron a
la Historia no por sus hazañas, sino por ser víctima de la ira del pintor
En el otro blog, que inicia su cuarto año de existencia, he publicado una pequeña serie de artículos sobre el cómic, sus mecanismos constructivos y fracasos argumentales.

No son reseñas espectaculares, pero contienen apreciaciones y material de análisis que los “estudiosos” de la Historia de la Historieta (término que acuñé en TEBEOSFERA y que uno de sus responsables, JAVIER ALCÁNZAR, me ha robado sin pudor) deberían haber leído, pues se supone que siguen la frontera. Con atención, además. Los aficionados, los que sobrepasan al mero comprador-esponja que absorbe sin asimilar qué contienen las viñetas que colecciona, podrían dedicarles unos minutos de atención a esos párrafos y valorarlos también. Su inteligencia da de sobra para obtener opiniones debatibles más que interesantes.

Y éste es mi registro como caricaturista. No lo he desarrollado demasiado.
Pero todo es ponerse...

Unos y otros han pasado. No importa de los aficionados. Me centro en los “estudiosos”, pues siempre están “a la réplica”, porque es lo suyo. Como siempre, se mantuvieron en sus torres de papel cuarteado en viñetas, y desde sus elevadas y clasistas cúspides, aferraron la “puridad” de sus “análisis”, preñados de palabras complejas e impronunciables y términos grandilocuentes que, en realidad, disimulan su ignorancia sobre lo que “estudian”.

Vuestro Scriptor.