Bocetos de un secundario para la nueva novela gráfica de Terhli en la que trabajo actualmente |
Siempre reconociéndole que promoviera la
rebelión por la dignificación del trabajo del dibujante de cómics, que impulsó
la existencia de editoriales como IMAGE
o DARK HORSE, dispuestas a romper la
baraja hegemónica compuesta por títulos de MARVEL
y DC COMICS, logrando torcer la mano
a ambas majors y beneficiar a los
currantes de las viñetas (hito nada desdeñable y del mayor respeto), poco más
podemos señalarle.
Bueno, sus maquetas dicen ser las mejores
del mercado; las de mayor calidad. Aunque creo que le salió competencia, más
económica incluso, y también hicieron tambalear ese imperio, erigido a la
sombra de Image, tocado a su vez.
Porque SPAWN, su máxima/principal creación, no deja de ser una truculenta flatulencia a lo BATMAN que juega con elementos S/M para justificar
su existencia, y llenar los púberes ojos de imágenes fuertes que confunden con
relato. Y no vale decir que estamos en el siglo XXI y la modernidad y todo eso.
Lo sensual siempre es más elegante (y excitante) que lo sexual, cuya crudeza
puede ser hasta repulsiva. Batman
podría ser sensual; Spawn era sexual,
tan explícito (digamos) que violentaba el gusto.
Convenció empero a numerosos jóvenes
lectores. Pero no a los vets. Veíamos qué hueca era su propuesta. Unos pocos
números de gracia, por si la cosa remontaba, pero, no. Le dejamos en el arroyo,
de donde nunca salía el personaje, por cierto.
Supongo que, pese a todo, McFarlane
sobrevive, y bien.
Vuestro Scriptor.
También en: http://unahistoriadelafrontera.blogspot.com/