viernes, 5 de junio de 2020

COMUNISMO — GIGANTESCO COMPLEJO DE INFERIORIDAD

"Con este espadón, Kamarada Presidente, nos
libraremos de la Ultraderecha Golpita", promete el
Vicrepresidente, que, hasta en su chalet, ha
demostrado estar enfermo de complejo de
inferioridad. ¿No que lo compra en una zona
exclusiva-excluyente de gente adinerada? Vaya
ejemplo de líder proletario-komunista

Admirando el tamaño brodignaniano de las esculturas, más allá del poderío propagandartístico de celebración victoriosa que persiguen, alcanzo a comprender que el komunismo es en verdad una pequeña cosa asustada, acomplejada, que intenta aparentar, como el gato que se esponja para parecer mayor ante la amenaza, que es mucho más de lo que, en realidad, es. Aun lo confirman sus actos, desmesurados (purgas, genocidios, locas teorías conspiratorias golpistas, desfiles, manifestaciones, misiles...). Pelean por edificar un aplastante volumen aparatoso de lo que sea destinado, más que para amedrentar al rival, a infundirse ánimos a sí mismos, esperando ignorar el aborrecible empero cierto complejo de inferioridad que los socava.

En sus krímenes son igual de espeluznantemente gargantuescos. Los nazis, eludiendo la Segunda Guerra Mundial, ¿a cuánta gente llegaron a matar desde 1933, fecha de apertura de los campos de concentración? Seis millones de judíos. Supongamos que, entre disidentes, komunistas y gitanos, tres o cuatro más. ¿Llegan a los diez millones? ¿Los sobrepasan quizás en otro millón?

El komunismo ha matado a cien millones de personas… hasta ahora. Sólo en el Gulag liquidaron a treinta y tres millones. MAO mató a cincuenta millones de chinos de hambre. Por un capricho de no sé qué majestuosa obra faraónica que pretendía… anular la agobiante sensación de inferioridad que corroe al komunismo.

Estoy seguro de que cualquier psiquiatra
admitirá que, fuera de la pura Propaganda,
hay ahí un descomunal complejo de
inferioridad que así intentan compensar
España, 2020. El hijo del terrorista y su banda sin cesar hablan de golpistas en la Guardia Civil, el Ejército, la Oposición. No se les ocurre un enemigo mayor (lo buscarán, ya lo veréis) que denunciar o querer anular. Generan esa mórbida megalomanía (¡nada menos que todo un país en peligro!, que ellos “salvarán”) para compensar su rampante complejo de inferioridad. Komo komunistas ke son, obligados están a seguir la pauta y estampar su huella en la Historia. (Por cierto: la “mayor amenaza” son ellos.)

Si no fuese por su capacidad para la radikal violencia expeditiva, los komunistas deberían dar ataques de risa. Su ansia desesperada por la grandiosidad, ideológica, kriminal, escultórica, dejar indiferente. Mas está esa inquietante ferocidad suya por ensangrentar las calles, en última instancia otro rasgo de su enfermizo delirio por anular su complejo de inferioridad.