2012. Tal día como hoy estrenaba este blog.
Objetivo declarado otras veces: promocionar mi faceta gráfica. Durante tiempo,
ha sucedido así, grosso modo. Por
desgracia, las circunstancias de la actualidad han ido torciendo ese noble y
primer, ingenio/efusivo, esfuerzo que procuro, empero, recuperar pronto.
Confieso algo, respecto a ese aspecto
negativo de cierto ángulo de la actualidad a la que parece ahora abocado todo
comentario del blog. Al principio, hasta 2018, la cuestión del auge de un
nefasto feminismo radical, beligerante, intransigente, despótico, y sus
consignas incendiarias, me era indiferente. Consideraba no me afectaba.
Hasta el día que descubrí que esa tiranía
amenaza abiertamente mi derecho a crear y expresarme como mejor quiera. No me
refiero a soflamas y críticas despiadadas por que sí; por la esterilidad de
polemizar. Un narcisista deseo de resaltar. Sino a que podían prohibirme
publicar BIANCA BLAZE según mandan estas
despóticas demandas que solapan un ODIO malsano, destructivo, opresivo. Son perversas
esas proclamas.
Por desgracia, España está llena de peleles
y eunucos, arrimados al apalancamiento subvencionado (¿quién no quiere
cobrar sin doblarla? Sólo debes tragar toda esa mierda, por muy contra el
sentido común o la conciencia que estén). Un derecho constitucional me asiste a
trabajar en lo que quiera, como quiera. No son quién para impedir, además, su difusión. Esa gentuza está siempre chillando
contra la censura franquista ¡según imponen la suya, ¡aún más férrea!!
Decidí luchar contra ese aparato estatal
represor del Arte y la Creación oculto bajo el “feminismo de cuarta generación”.
No persigue igualdad o respeto, reconocimiento. Sino la desnuda e inexorable imposición
sobre todos. ¡Y luego lo llaman progreso!
Esto explica por qué un espacio dedicado a
una inocua promoción gráfica ha tenido que, por su desesperada supervivencia,
adquirir este aspecto combatiente. Manchas que, repito, pronto espero lavar.
Mientras tanto, ¡champán! Cumplimos ocho
años en antena.