El PEQUEÑO BASTARDO en su trono, impaciente, siendo ya el mes de Noviembre, por recibir su Roscón de Reyes |
…y siendo este blog el destino de mi labor
gráfica, conviene que, al menos alguna vez, sirva para tal. Página 175,
acabada. El Pequeño Bastardo arrogante ocupa el trono. Al texto, estando en
terreno paródico, intenté darle ese aire de pedantería “shakesperiana” que imprimían
STAN LEE o ROY THOMAS, a las descripciones de los villanos de CONAN, en concreto.
Aparte de estar obsesionado con los
cojines, el Pequeño Bastardo es una especie de DR. MUERTE con ínfulas en un
entorno… hum… hyborio de Hyperspacio. O sea: toca oírle decir chorradas
ampulosas sin cuento.
Y esto de los bastardos… las bastardías… me
hacen pensar… ¿quién puede ir por la vida enorgulleciéndose de tener hermanos
bastardos, proclamándolo encima? ¿Qué perseguiría? ¿Llamar la atención? ¿Sintieran
pena-penita-pena? Fíjate el probre
(porque pobre es poco; es más, es probre). De casta de plantadores de
bastardos. Empero, ¡con qué dignidad lo lleva! ¡Lo que faltaba es que fuese, además,
¡cornudo impotente!! Le darían limosna, ¿no? Por probre
portabastardos.
Por Dios, ¡qué baldón arrojaría sobre el padre,
aun la madre, quien fuera haciendo eso! Profunda muestra de ODIO hacia sus
progenitores, ésta es. ¿Lo sabrían? Esos padres, ¿conocerían maledicencia que
tanta basura arrojaba sobre ellos, la familia en general? ¿Qué pensarían? ¿Cómo
se sentirían? ¿Cómo mirarían al Tal? Y los vecinos, ¡uf! Como no es nadie la
gente, con tal de chismorrear y denigrar, ¡qué comentarios! Tales como:
Mira, es Tal, de la familia de los
bastardos (en plan clan escocés). ¡Abres un cajón, en su casa, y salen bastardos
a chorro! ¡Tienen bastardos hasta en el extranjero, a quienes mandan por correo
Roscos de Reyes, que llegan con la nata putrefacta, abollados de tanto meneo
postal! Pobrecitos bastardos foráneos. No sólo son bastardos: comen el bastardo
envío de un alimento corrompido. Vaya muestra de cariño… bastardo.
Vaya, que visto así, esto sería como una
historieta del DDT: La Familia Bastardez. O, un culebrón: Los Bastardez.
Creo que el auténtico bastardo de esa historia sería el Tal, que va poniendo bastardos por todo el bastardo entorno. Flor de bastardía, semejante tipejo. (De existir.)