viernes, 11 de diciembre de 2020

ÓBITOS POR RICHARD CORBEN Y JUAN GIMÉNEZ — OTROS QUE NOS DEJAN

 

Pudiera haber mejores pinturas para
describir el talento del finado
RICHARD CORBEN, pero ésta
refleja su pasión por el naturalismo
miguelangélico "sixtino"

Reciente sabido: Richard Corben fallece a los ochenta años. Empero, ¡no es el único! El no menos legendario “metabarón” Juan Giménez también nos abandonó (noticia a la par conocida), con lo cual la Historia de la Historieta pierde dos grandes talentos más. Que hicieron época, encima.

Llevamos “racha” al respecto, y me pregunto si, faltándonos genios tan inspiradores, los reemplazos sabrán estar a la altura. En lo gráfico, fijo que sí. Sobran autores con talento y proyección. La auténtica cuestión es si van a estar a la altura histórica. Me explico:

Dado el actual clima de radical feminazismo femimccarthista coreado por una patulea de peleles y eunucos zombificiados por el adoctrinamiento “tus cojones son la amenaza” (o disparate similar), ¿se atreverán esos nuevos autores, que parecen pisar cáscaras de huevos aterrados por el zarandeo salvaje al que les sometan en las fétidas redes sociales, víctimas de la neocensura producto de la Izquierda que siempre critica las viejocensuras (para aplicar una más Más MÁS opresiva) a hacer la historia que tiene, digamos, Corben?

Un señor casi underground famoso por sus superdotados machos y neumáticas hembras que desafiaba un conservadurismo gráfico en el cual creció y que, me parece, pensó se debía “escandalizar” tal como su trazo hacía. No pienso tampoco lo hiciese por “política”, o por ir de “revolucionario innovador”.

Era su estilo; le molaba hacerlo así; comprendía que había cercas que saltar y pastos de creatividad que hollar allende estas vallas, creatividad que consideraba encorsetada por miramientos mediocres y pavadas hipócritas, y la pértiga, para saltar las estacadas, o las tenazas para cortar las alambradas, estaban en su manera de dibujar. Lo aplicó.

Una imagen doliente, hasta feérica,
basta para demostrar la grandeza de
JUAN GIMÉNEZ, detallista

Sobre Giménez no puedo decir lo de “revolucionario” o “innovador”. Su Arte (así, con A mayúscula) era más académico, lo cual sin embargo le permitió regalarnos splash pages impresionantes o viñetas memorables que quedan en el recuerdo más vivo y actual. Su extensísima obra, procedente del Cono Sur Americano, es otra muestra de la universalidad del talento, el genio, la creatividad. No es exclusivo de los Estados Unidos de las Américas, como parece. (Aunque sí es más influyente.)

Puede que Giménez escape algo mejor a la agresividad femimccarthista que nos asfixia con sus cagadas, resentimientos y proclamas fanáticas cimentadas por descerebrados de la progresía más lesiva. O no. Quizás ‘descubran’ “algo” que a sus desquiciadas mientes les parezca ofensivo. Lo que sí nos queda, no obstante, es la abundante, provocadora, fértil e imaginativa obra de estos dos Grandes Nombres de la Historia de la Historieta, para su continuado disfrute… Al menos, hasta el momento en que tengamos la suerte de conocerles, digo yo, en una orilla del Mundo del Río.

(Donde espero poder entonces preguntar a PHILIP JOSÉ FARMER por qué no incluyó algún Conquistador español entre los que buscaban la Torre de las Nieblas. Por PIZARROS, CORTÉS o PONCES DE LEÓN no quedó…)