Por motivos de espacio, en la reseña madre quedaron cuestiones pendientes por comentar. Como, por ejemplo, por qué mockingbird se traduce unas veces ruiseñor y, otras, pájaro burlón |
Por su estructura (esfuerzo que creo WALTER
TEVIS hizo ex profeso, para eludir incómodas
cuestiones políticas personales, empero obligadas si compones una distopía de
estas universales proporciones socioculturales), novela
narrada por tres personajes, situada en una Tierra del siglo XXV donde el
alfabetismo es absoluto, y la residual población está siempre dopada, con lo
cual no siente curiosidad (ni siquiera el principal narrador, que no indaga durante
su odisea por saber quién dio la orden, o cuándo, o por qué de todo esto), no
sabemos cómo se logró la situación que coloca a la Humanidad al borde de la
extinción.
Sólo queda claro que “todo se dejó a los
procesos automáticos” (al decir de Moderan);
o sea: una legión de robots se ocupa de todo mientras la flipada Humanidad se
introduce en sí misma buscando la Superioridad Tántrica y la Individualidad, alcanzando
grados de autismo absoluto. Casi es delito conversar con alguien salvo unos
instantes, pues extenderse se considera invadiría la sagrada Intimidad del otro.
Todo eso, sin embargo, lo propuso alguien. Un gobierno a escala global, intuyes.
Con concreto fin. Y no creo fuese alcanzar el Nirvana.
¿Cuándo? ¿Tras la sugestiva Muerte
del Petróleo (una secuela de la crisis del petróleo de Década 70, refinada
en MAD MAX), o la Tercera Guerra
Mundial (peligro aún latente, por poco que hablen ahora de tensión nuclear
entre superpotencias)? Y ¿qué ideología respaldó tener drogados a todos, criados
y adoctrinados en instituciones mecanizadas, hipnotizados con elaborados
programas propagandísticos?
Sospeché que esa pedagogía del Aislamiento,
la Individualidad y la búsqueda de un yo sublime/tántrico (mas sin ninguna realización
taoísta detrás), burlando los progresos materiales, procedía de un decidido
afán estatal de impedir al ciudadano comunicarse con semejantes. Pensase.
Compartiese. Comparase. Criticase. Opusiese.
Auguran que, dentro de unos años, ésta no será la única guerra que libraremos; por el agua, las materias primas, el suelo... |
Si no hablo contigo, me hundo en mi mundo íntimo,
al cual accedo tomando drogas por el Poder suministradas, quedo zombie, ¡natural
no se inquiete el Gobierno, por tiránicas que sean sus medidas! No me rebelo,
ni revelo. Acepto. Este Orden, como el IngSoc
de 1984, forjó demoledores eslóganes
para fortalecer su política: No
preguntes, relájate, y: Si dudas,
olvídalo.
¿Qué pasa hoy en España? Tomaron una tiránica
decisión de fraude de ley (indultar a terroristas golpistas, líderes de una
perniciosa ideología xenófoba), y el pueblo, ¿qué ha hecho? En vez de
manifestar viva indignación, la acatan complacientes. Se metieron un soporífero
por el culo y recitaron: No preguntes,
relájate. Y si, pese a todo, le planteaba dudas la cuestión, apelaron al
otro mantra: Si dudas, olvídalo. ¿Vas
a alborotar por esto? ¿Qué crees puedes ganar; dignidad, justicia? Let´s the river run, macho. Así es como nos
quieren: sumisos.
Lo rematan acudiendo al Yo Interior Cybernético de las redes sociales para aislarse de la realidad y las responsabilidades que les corresponden. Así fraguan 02050, señores.