Splash page que motiva esta entrada. Empero no es más que un ejemplo de una imagen cada vez más extendida sobre SUPERMAN |
Irrita ese gélido gesto hierático como
últimamente dibujan a SUPERMAN, como si su procedencia alienígena además le
hiciese parecer más semidiós que nunca, alejado de la población a la que quiere
salvar mediante el empleo de sus superpoderes y que, antaño, lo hacía con una
sonrisa de cercanía y amabilidad.
[Eso
es una cuestión de la psicología judía: la de integrarse en las culturas donde
se incrusta para evitar holocaustos.]
¿Acaso los actuales y desnortados
guionistas de sus colecciones son incapaces de ver su lado humano; se han
centrado en un aspecto titánico y desapegado del personaje, en contraste al que
evidenciaba décadas antes, de proximidad con sus, si no semejantes, vecinos
planetarios? ¿No ven en él más que Poder, no generosidad o comprensión?
En contraste está el oscuro psicópata de BATMAN,
siempre activo, cachivache en mano, como manifestando una desesperada necesidad
obsesiva de pujanza humana, sea de espíritu, sea mediante artilugios, frente al
"inmovilismo" marmóreo de un Superman divinizado por la grandiosidad
inhumana de sus facultades.
Y allá va WONDER WOMAN,
"emparentada" por su naturaleza superpoderosa con la casta del
kryptoniano, en la ilustración hecha cruce de SPIDER-WOMAN y TORTUGA NINJA, que
escapa del panteón para enfrentarse a no sé quién que amenace el sueño de los
¿gothamitas, los metropolitanos? Da igual. Huye sin dirección o sentido de las
señas de identidad que definen a sus compañeros masculinos y que pudieran
perjudicarla.
(¿Dónde está THE FLASH, por cierto?)
Sobre la indiscutible calidad de la ilustración hay algo que añadir, pero no precisamente positivo. Eso, más adelante.