domingo, 7 de noviembre de 2021

JANE AUSTEN — EN LA PICOTA (COMO POE U OTROS MUCHOS/AS MÁS)

 

Pintura-retrato de la autora citada
en el título. Si persiguen sus obras
al considerarlas "políticamente
incorrectas" (por resumirlo), toda
la literatura está condenada al
ostracismo. ¿Cuándo parará esta
imbecilidad progre censora de
reconstruir a su capricho todo?

Reclamo vuestra atención sobre esta noticia, porque tiene tela de enjundia, y es orientativa de los procelosos tiempos que estamos viviendo.

Si la alusión que hacen a JANE AUSTEN es exacta (imperialista pro-esclavista que de forma subconsciente te inspira a imitarla al leerla), y el profesorado que imparte clases se pronuncia tan tajantemente (recordar que aquí venden los libros de la Austen como los de una pionera de la literatura feminista), acaban de cargarse TODA la literatura, sea clásica, universal o contemporánea.

Un ejemplo nocivísimo para ellos es, pues, EDGAR ALLAN POE. (Por citar, a voleo, uno de tantos contemporáneos de la Austen.) Un reconocido esclavista con concepciones del romance hoy estimados machistas, blablablá, capaz de llegar al duelo a muerte si se terciaba, casado con su prima adolescente, y demás leyenda urbana negra del escritor virginiano que le hayan endilgado.

E, insisto, si piensan juzgar a los literatos clásicos con estos neoestándares "liberales" que inventó no sé quién, algún desmedido bujarrón oportunista rodeado de bolleras-camioneras sin cerebro, ¿qué vamos a leer, que esté aprobado por estas "eminencias"? ¿Somos imperialistas pro-esclavistas por leer ROBINSON CRUSOE, o LAS AVENTURAS DEL BARÓN DE MÜNCHHAUSEN? ¡Agárrate, JULIO VERNE!

Acabas como TINTÍN: ardiendo en una hoguera canadiense...

Lo que debemos terminar es con este tipo de aberraciones culturales, considero.

[Insisto: si muestro tanto TANTO interés pongo en orear estos temas es por la simple razón de que mi propio trabajo está AMENAZADO por esta corriente de cretinismo neopuritano que, de nuevo, viene de la Izquierda, la que TANTO tanto critica la censura franquista, pero, mira por dónde, ellos imponen una mordaza más férrea aún.]