domingo, 5 de diciembre de 2021

CUANDO SOPLA EL VIENTO — Y LLEGUE EL FIN

 

La simple y jubilada Humanidad
procurando sobrevivir a un
espanto sin precedentes en 
nuestra historia humana. El
resultado: fracasan

Traigo a vuestro recuerdo (o, para lectores más jóvenes, pongo en su conocimiento) esta deprimente reflexión de animación (para adultos) sobre la guerra nuclear y sus devastadoras secuelas. Historia que, empero, podría adaptarse a otros escenarios, como el de los turbulentos tiempos presentes pandémicos, o algún otro conducente a una devastación nuclear final. Hablan de una Guerra Fría entre China y Estados Unidos. Lo mismo degenera en eso…

Mas años después de su estreno, conserva intacta su pesimista fuerza dramática esta producción propia de su época, la Década 80 del reaganismo rampante, donde la cierta posibilidad de un conflicto atómico entre superpotencias era casi semanal (temor, por otra parte, que una cercana crisis energética podría reavivar, dando por  bueno el argumento de EL GUERRERO DE LA CARRETERA —aunque haya quien afirma que ELYSIUM tiene más papeletas de ser nuestro trágico futuro a medio plazo—), alentando un activismo anti-armas nucleares (en parte, financiado por la URSS, capital y Propaganda distribuido por sus "sucursales" comunistas en Occidente, más que tratarse de una legítima preocupación espontánea de la ciudadanía, desligada de las maniobras interesadas políticas oportunistas) y la idea, desde determinados despachos, de que científicos pusilánimes exageraban todo esto del apoqueclipse atómico.

Por desgracia, no eran pábulos que hicieran sospechar sobre qué lado del Telón de Acero, ¡MAS ACERO!, estaban tus simpatías, sino una escalofriante realidad que esta cinta dibujaba con toda crueldad y desnuda zozobra.